La calefacción, también tuvo un cambio muy significativo. Nos calentábamos con un brasero de leña que encendíamos o en la calle o en el corral hasta que quedaran solo las ascuas del fuego, después se colocaba debajo de la mesa. En la cama por la noche calentamos las sabanas con una botella de agua caliente o un ladrillo caliente enrollado con un trapo y muchas mantas. Le siguió las estufas de butano y los radiadores eléctricos de calor negro.
Los tiempos han cambiado mucho, bueno no se como explicar esto, con la calefacción de gas, de gasoil, eléctrica, y aire acondicionado de estos tiempos, mi vecino Miguel va en bañador, en pleno invierno por su casa.
Los tiempos han cambiado mucho, bueno no se como explicar esto, con la calefacción de gas, de gasoil, eléctrica, y aire acondicionado de estos tiempos, mi vecino Miguel va en bañador, en pleno invierno por su casa.

La ducha también tuvo su adelanto, cogíamos agua en un barreño grande de zinc, lo colocábamos al sol, cuando estaba caliente añadíamos agua calentada en el fuego, lo entrábamos en los baños y allí nos lavábamos todos bien limpios, con champú de huevo o jabón de lavanda. Tuve un termo eléctrico de once litros que me instale encima de la bañera, le siguió la instalación de agua caliente con termo de cincuenta litros. Hoy ya no tenemos que sacar el agua al sol para calentar, tenemos instalaciones de todos los tipos, aunque tengamos que volver otra vez a la energía solar.

La lavadora y el lavaplatos también han sido unos buenos adelantos. Se lavaba en la pila con una madera para restregar, con jabón de pastilla “el lagarto”. El primer detergente en salir al mercado, se llamó “Ese” y otros como “Omo” o “Norit” el borreguito y “Viker” para las prendas finas. También para el cabello, el champú era de huevo. La vajilla se fregaba con un esparto y arena amarilla, con un poco de jabón. El suelo con lejía de “los tres ramos” un trapo y de rodillas, menos mal que se invento el mocho, que fue el invento junto con el “chupa chups”, puede pasar a la historia.

¡No!, entonces no teníamos móviles, ni sms, ni Hotmail y si querías hablar por teléfono tenias que desplazarte a la telefonista mas cerca y pedir hablar con el numero, que la señorita muy amablemente te marcaba bajo tu correspondiente pago, que aumentaba si era conferencia, pues solo tenían teléfono unos cuantos. Yo lo tuve en 1975, más de un año pedido. No habían líneas, las centrales telefónicas eran pequeñas, cosa que parece de otros tiempos lejanos. Perdonar estoy escribiendo y me suena el móvil, sin levantarme lo cojo y contesto “¿si?”, es mi encargado Roberto, que ha venido de Argentina, se le terminaron las vacaciones. Me llama para decirme que ha llegado bien, que se lo a pasado fenomenal con toda su familia y me manda un saludo, dice que se va a ver fallas, las “mascletas” y comer chocolate con buñuelos, y que pronto nos veremos, “chao” Roberto y saluda de mi parte, a Luís y José.

La televisión, otro gran invento. En los años sesenta y algunos, no teníamos televisión, solo oíamos la radio. Era como hoy la televisión, estaba en el mejor sitio del salón o del comedor. Todos escuchando alrededor música, noticias y “Matilde, Perico y Periquín” y “El tío Porretas”.
Los domingos íbamos a casa de “la Fita”, a ver la única televisión que había en la calle. Nos pasábamos la tarde viendo anuncios, “Bonanza”, “El fugitivo” y “la casa de la pradera”. No habían mas cadenas de televisión, mis padres se compraron la primera televisión en 1970, era en blanco y negro, vi la llegada de Armstrong a la luna, con su huella del pie y su bandera americana, el “un dos tres” que fue un programa muy visto, y las noches para no dormir de Kiko Ibáñez Serrador. La televisión en color llego allá en 1975. De lo primero que se vio en color fue “sábado fiesta”, “Heidi”, y el entierro de Franco. Hoy nada es igual entre el cine en casa, las televisiones de plasma, la televisión digital con más cadenas que butifarras, estamos gilipollas, no tenemos tiempo para ver nada.
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