Este PACO era muy buena persona y trabajador, pero le gustaba un poco la bebida, cosa que en más de dos ocasiones nos llevó a situaciones de mucho peligro. Día si y día no, cogía unas cogorzas de miedo, que a mi me tocaba llevarlo a la pensión, a acostarlo a dormir. La cosa que tenia es que estaba tan acostumbrado, que al día siguiente se levantaba para trabajar como si nada, tan nuevo.

Veníamos un Sábado por la mañana hacia casa, a pasar el fin de semana con la familia, escuchando a todo volumen las canciones de MARIA DOLORES PRADERA, que eran las que mas le gustaban y con alguna copa de más. Yo todo acojonado, no sabia donde cogerme, y diciéndole a cada momento: “che PACO, no corras tanto”, y él me contestaba siempre lo mismo: “que poriguita que eres”. Llegamos a la recta de OLIVA y empezamos a oír un ruido muy fuerte y extraño encima de nosotros, con la música a todo volumen, menos mal que llevábamos las ventanillas abiertas, nos asomamos y mirando para el cielo vimos un helicóptero que volaba casi encima de nosotros. PACO empezó a decir: “que querrá este tío, se ha vuelto loco tan bajito que va”. El helicóptero era de tráfico y enseguida comenzó a hablar por sus altavoces diciendo: “el coche SEAT 127 matricula …..V sepa que esta denunciado por un adelantamiento indebido”. Lo repitió dos veces, tomó altura y nos dejo alucinando, sobre todo a PACO que tuvo que pagar la denuncia.

No fue ese el único caso, nos pasaron muchos más, sobre todo cuando iba un poquito caliente. Teníamos novia los dos, un viernes por la noche cenando se le metió en la cabeza de venirnos a VALENCIA, cosa que hacíamos los sábados por la mañana, pero se puso tan pesado y tan pelma que no tuve más remedio que hacerle caso, y venirme con él. Salíamos de BENIDOR sobre las diez de la noche, con MARIA DOLORES PRADERA a todo volumen y fumando un cigarro detrás de otro. Llevábamos alguna hora de viaje y al coger las curvas de GATA DE GORGOS, vimos un motorista que nos seguía haciéndonos señales. Cuando tuvimos que reducir la velocidad por la cantidad de curvas y cuestas que venían y cuando el motorista nos dio alcance, comenzó a sonar la sirena, dándonos señales para que paráramos en la cuneta. PACO bajó la música y mirándome dijo: “¿y esta flor que querrá a hora?”.

El motorista era de la guardia civil de tráfico. Cuando aparcó su moto, se dirigió a PACO y saludando dijo: “los papeles y el carné de conducir”. El guardia se quedó mirándonos y comenzó a escribir. PACO le dijo: “¿que me va a denunciar? … ¿y por que?”. El guardia, todo enfadado y muy cabreado le dijo: “por no obedecer las señales del agente, voy detrás de usted más de cinco Km. Al salir de BENIDORM le hice el alto y usted casi me atropella. Así que dé gracias por no llevármelo detenido y otra vez valla más despacio, que casi no lo puedo coger de lo que corría”. PACO me miró otra vez y riéndose me dijo: “¿tú lo has visto?” – “pues la verdad que no, entre fumar, charrar y escuchando a la PRADERA, no nos enteramos de nada”. Le firmó la multa el guardia se dio media vuelta y nosotros arrancamos EL 127 y nos venimos hacia VALENCIA.
Tuvimos muchas más, PACO no ganaba para multas. Yo con este me jugué la vida muchas veces y tuve mucha suerte, no tuvimos accidentes graves pero sí muchos. No sé nada de él, si seguirá bebiendo o lo habrá dejado.
Os dejo me voy a ver como queda el VALENCIA que juega la final de la copa del rey. A ver si la gana. Y si bebes no CONDUZCAS. Chaoo