La envidia es una de las cosas peores que nos puede ocurrir a lo largo de la vida, nacemos egoístas, pero la vida nos enseña que hay que tener otros valores, como la humildad y la sencillez y desterrar la envidia de tu corazón, también se puede tener envidia sana, como digo yo: envidio la naturaleza, la sabiduría, la educación y el saber comportarse respetando a todo ser vivo, cada momento de nuestra vida.

La envidia como no es una cosa que se ve o se toca, todo aquel que la padece, lo va matando poco a poco y el que la padece no se entera nunca, va perdiendo amistades, amigos, familiares y no les importa, no se dan cuenta.
Os voy a contar una fabula de un sabio:
“Había una vez un pobre y viejo sabio que vivía en la mas mísera de las pobrezas. Siempre se estaba lamentando y quejándose de lo pobre que era, pues no tenia ni para comer.
Todos los días daba unos largos paseos recogiendo hierbas para poder alimentarse, se lamentaba y siempre estaba diciendo que era un pobre desgraciado, que tenia que comer hierba para no morirse de hambre, siempre se estaba quejando y envidiando a los demás.

Un día dando esos largos paseos, recorriendo largas distancias y cogiendo toda clase de hierbas para comer, girando la vista y dándose la vuelta, vio todo sorprendido y extrañado que había otro sabio que le seguía y que iba cogiendo y comiendo todas las hierbas que él masticaba y tiraba. Entonces se dio cuenta que aún habían sabios más pobres que él.
Nunca más se volvió a lamentar, le enseñó que aún hay gentes que viven mucho peor.”
No envidiemos a los que más tienen, pensemos en que hay gente que viven peor que nosotros, que lo importante es la salud y el ser feliz cada día con todos los que nos rodean, tengan más o tengan menos y vivir sin que la envidia te martirice y te coma.

Hay que tener amigos, ayudar a todos los que puedas, no ser egoísta, tener la conciencia tranquila y dormir largo y tranquilo a pierna suelta por las noches. En pocas palabras, no ser envidioso y como digo yo: “rot, pet, bufa y calcetín”.
Este capitulo, va dedicado a la señora CARMEN. Chaoo me voy a ver la televisión de plasma que me he comprado.

La envidia como no es una cosa que se ve o se toca, todo aquel que la padece, lo va matando poco a poco y el que la padece no se entera nunca, va perdiendo amistades, amigos, familiares y no les importa, no se dan cuenta.
Os voy a contar una fabula de un sabio:
“Había una vez un pobre y viejo sabio que vivía en la mas mísera de las pobrezas. Siempre se estaba lamentando y quejándose de lo pobre que era, pues no tenia ni para comer.
Todos los días daba unos largos paseos recogiendo hierbas para poder alimentarse, se lamentaba y siempre estaba diciendo que era un pobre desgraciado, que tenia que comer hierba para no morirse de hambre, siempre se estaba quejando y envidiando a los demás.

Un día dando esos largos paseos, recorriendo largas distancias y cogiendo toda clase de hierbas para comer, girando la vista y dándose la vuelta, vio todo sorprendido y extrañado que había otro sabio que le seguía y que iba cogiendo y comiendo todas las hierbas que él masticaba y tiraba. Entonces se dio cuenta que aún habían sabios más pobres que él.
Nunca más se volvió a lamentar, le enseñó que aún hay gentes que viven mucho peor.”
No envidiemos a los que más tienen, pensemos en que hay gente que viven peor que nosotros, que lo importante es la salud y el ser feliz cada día con todos los que nos rodean, tengan más o tengan menos y vivir sin que la envidia te martirice y te coma.
Hay que tener amigos, ayudar a todos los que puedas, no ser egoísta, tener la conciencia tranquila y dormir largo y tranquilo a pierna suelta por las noches. En pocas palabras, no ser envidioso y como digo yo: “rot, pet, bufa y calcetín”.
Este capitulo, va dedicado a la señora CARMEN. Chaoo me voy a ver la televisión de plasma que me he comprado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario