Al poco tiempo, la proyectaron en Godella, en su único cine, el CAPITOLIO, era invierno, vino tanta gente que la cola daba la vuelta por Villa Teresita, más de trescientos metros, la gente esperando entrar para poder verla, yo estuve en esa cola tan larga y pensaba que no iba a poder ver la película, pero sí, llegué a la taquilla y dando dos pesetas y cincuenta céntimos pedí una entrada por favor.
Con la entrada en la mano no me lo podía creer, iba a ver y a escuchar a mis ídolos, el cine estaba a tope, como el metro en horas punta, tuve que subir a general, todos de pie no se cabía mas. Había una gran emoción, que cuando apagaron las luces y empezó asonar la canción de QUE NOCHE LA DE A QUEL DIA, el cine se vino abajo, de griterío, todos chillando y cantando, las canciones conforme iban apareciendo en pantalla, era un histerismo colectivo, no sé como explicarlo, pero sé que te ponían los pelos de punta, cuando escuchábamos CAN’T BUY ME LOVE, THIS BOY, y otras muchas más, fue estupendo, me lo pasé muy bien, no olvidaré ese día tan feliz, yo lo hubiera titulado, “que día lo de aquel día”.
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