Mis padres
Mis padrinos fueron mis tíos Emilín y German. Mis padres vivían junto con mi hermana Carmen en Godella, un pueblo de l´Horta Nord a siete kilómetros de la capital conocido por sus pirotécnicos Bronchú y Caballer donde me llevaron a vivir después de estar unos meses viviendo en casa de mis abuelos Josefa y Mateo, en un pisito de la calle de Pepita de Valencia donde estaba el cine Majestic, típico por su general, todos comiendo pipas y fumando, así comienza mi historia y mis aventuras, os voy a contar algunas cosas buenas, las malas para que, esas me las callaré, también las he vivido.
Mis recuerdos me llevan, a la edad de tres años, más o menos recuerdo pocas cosas, serán las que te marcan y no se nos olvidan, pues ya tengo algunos años.
Mi hermana y yo
Vivía en la calle de Cervantes n 7 de Godella. Era una calle de tierra y cuando llovía era un barranco.Llena de árboles y muy tranquila, orientada al mar y en verano era muy fresca. Estaba llena de comercios, todo juntos el horno del tío Miguel, la carnicería de Delfina, la lechería de Paquita, la paquetería de la señora Carmen , el quiosco de Tolo, la pollería de Rapas, la botifarronería de Toni y el hielo de casa Candideta, otra carnicería arriba de la calle, y las tiendas de comestibles, la Fita, Rosendo, la Chichona, Bartola, la bodega de la Chispa, la carbonería y lápidas Monzó, los electrodomésticos, y barbería de Manolo que a su vez hacia de practicante poniendo inyecciones a todo el barrio, a mí me puso muchas banderillas de penicilina, lo recuerdo desinfectando las agujas quemando alcohol con el mismo estuche metálico.
El colegio del mismo nombre Cervantes, un colegio público donde comencé a los cinco años en párvulos a leer y escribir, era muy bonito estaba en plena montaña rodeado de pinos y algarrobos, el recreo lo separaba una raya blanca pintada en el suelo, en una parte jugaban las chicas y en la otra los chicos, tenía en su pared un gran reloj de sol y una estatua de Cervantes en la entrada. Los wáters sólo eran para hacer aguas menores, lo otro teníamos que salir a la montaña, en plena naturaleza junto a las cuevas de Pancho y el cementerio viejo.
Me olvidaba de la carpintería de al lado de mi casa pared con pared, cuando estaba la maquinaria en marcha retumbaba y se movía toda la casa, parecía que se iba a caer, al final me acostumbré al ruido.
Este era mi barrio, llamado el tercio gente trabajadora, el pueblo lo dividía las vías del tren, en los de arriba y los de abajo. Era frecuente cuando tocaban a difunto que la gente de abajo preguntara -quí sa mort?- y alguien contestaba -ningú, uno d´allá dalt-.
Calle Cervantes
Godella tiene una ermita el Salvador donde me casé y bauticé a mis tres flores, el cura se llamaba D. José, era zona de veraneantes ya que en verano aumentaba la población, les llamábamos los señoriítos. Las fiestas son a mediados de agosto todos los años, hacían varietes y espectáculos en la calle gratis, cada uno se llevaba la silla de su casa y lo pasábamos muy bien. El último día era la procesión de la virgen de los, Desamparados con las autoridades y sus clavariesas.
Ya conocéis un poco mi pueblo, donde me crié y viví mi infancia, ahora ha cambiado mucho, venir y seguro que os gustará GODELLA LA VELLA..
Otro día os contaré mas cosas, me voy a cenar y haber el telediario de las nueve, chaoo.
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