domingo, 4 de mayo de 2008

Los Cachirulos

También se ha perdido una tradición, que cuando era pequeño y vivía en GODELLA, teníamos la gente muy joven, que no es otra que la de hacerse los cachirulos, cuando llegaba Pascua.
La Semana Santa de entonces ya hace algún tiempo era muy distinta a la de hoy entonces, estaba casi todo prohibido, los bares, los cines, todo lo referente a la diversión, la radio, la Tv. solo retransmitían música sacra. La distracción pues era la de visitar las iglesias y las procesiones, que transcurrían en silencio y mucho fervor, también se prohibía el cantar, hasta en tu misma casa.
Los jóvenes lo pasábamos muy mal y estábamos deseando que pasara lo mas rápido posible y llegara el Domingo de resurrección y el famoso encuentro, entonces y según las edades aprovechábamos, unos para buscar corro o pareja y salir en pandillas, y otros para hacerse los cachirulos o cometas que volaríamos.


El Domingo de pascua, Pascua que duraba tres días, por las tardes se salía a la montaña a merendar, a comer la mona y bailar la tarara, todos juntos chicos y chicas, estos eran los corros, una tradición que también se ha perdido por los tiempos.
Miles de personas se concentraban en la montaña, para merendar y saltar a la cuerda, detrás del colegio de CERVANTES. Era todo montaña de garroferas y de olivos, allí también era donde se volaban los cachirulos y sin hacer competición siempre había el que ganaba la cholla, que era el cachirulo que volaba más alto, participaban todos los que querían, a veces eran cientos, el cielo se llenaba de colorines, era todo un espectáculo.
Los cachirulos eran de fabricación casera, la mayoría por faltas económicas no se lo podían comprar, entonces era tradición el hacerse su cachirulo, a mi me enseñó mi cuñado Antonio que le gustaba hacérselos y volarlos, los hacíamos de varias maneras, yo recuerdo tres: el cachirulo normal, el abaechet y la estrella.


Buscábamos las cañas sequitas y que estuviesen rectas, carteleras de cine o de toros, que eran las que más y ese hacer de los cachirulos era el entretenimiento, de esa semana santa tan aburrida y religiosa. Recuerdo un año que hicimos una estrella que mediría más de metro y medio, de colores de papel de cebolla y con sus flecos o barbilleras, fuimos la expectación y el espectáculo, todos nos miraban y comentaban lo bonita que era. Hacía un día de primavera, bueno poco viento, lo suficiente para volar la estrella, llevábamos 200 mt de hilo de palomar encerado, empezamos a empinar el cachirulo, y la estrella comenzó a subir toda majestuosa, subía como una princesa, toda señorial, dándole hilo y más hilo hasta terminar el ovillo, se veía lejísimos, destacaba de los cientos de cachirulos que allí estaban volando. Ese día ganamos la cholla, muchos nos felicitaron, así pasábamos las fiestas de pascua y de semana santa.


Esta tradición del cachirulo, aún la sigo manteniendo en la familia, mi mujer y mis hijos hacemos nuestros cachirulos y el Domingo de pascua los volamos. Me gustaría que no se perdiera esa tradición que es la de volar y siempre que se vea algún cachirulo, o cometa, volando en el cielo azul, sepamos que en la otra punta del hilo siempre habrá alguien con mucha ilusión. Chaoo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Tengo 53 años y recuerdo ese tiempo muy lejano pero muy bonito. Yo tambien sigo haciendome el cachirulo y que me lo vean hacer los mas pequeños de la familia pues no quisiera que se perdiera los cachirulos, por sencillos,bonitos, divertidos y magicos. pues siempre le suelo mandar algun telegrama con un papael en el hilo, donde soliamos escribir muestros deseos.