domingo, 16 de noviembre de 2008

JABUGO - 30 De Octubre de 2008

JABUGO, es un pueblecito enclavado en plena sierra de ARACENA, al norte de Huelva, muy cercano a Portugal y rodeado de pueblos muy bonitos y pintorescos, con unas vistas maravillosas, de castaños y alcornoques.


El pueblo es pequeño pero acogedor y muy tranquilo, tiene aproximadamente más de dos mil quinientos habitantes, una iglesia de san MIGUEL, en plena plaza, en el centro del pueblo, llamada del JAMON, tiene una calle de san BERNARDO que es la primera que conozco.


Sobre el JAMON y sus embutidos se desenvuelve toda la economía y trabajo del pueblo, por su clima muy apropiado, para tan buen manjar, el pata negra ibérico.
Existe en el pueblo una cantidad de tiendas, comercios y restaurantes que dedican todo sus negocios a la venta del JAMON y embutidos con denominación de origen JABUGO, de visita obligada, el 5 J y el comer migas CON PANCETA en el restaurante LA CAÑADA.


También tiene unas cuantas fábricas y secaderos de jamones, a las cuales me mandaron a trabajar, junto a mis compañeros. Estuvimos instalando las cámaras de frió de uno de esos secaderos, nos hospedábamos en un piso del centro muy grande y cerca del trabajo.
Allí estuvimos ALDO, TONI, JORGE y yo que escribo, CALATRABO, todos muy buenos compañeros de piso y de trabajo.


Os voy a contar mis aventuras en JABUGO: Salimos un martes por la mañana en tren, ANTONIO y yo, nos dirigimos a la estación del norte en VALENCIA, ya teníamos los billetes del tren comprados que salía hacia SEVILLA. A las once de la mañana llegamos a Valencia, a las diez y media compramos unos bocadillos y una botella de agua y cargados con todo el equipaje nos sentamos a esperar que llegase el tren, por cierto muy puntual. Subimos al tren en clase turista y colocando los equipajes tomamos asiento, no tardo en arrancar y se puso en movimiento.


Me vino a la memoria aquel viaje a BARCELONA, que hice hará mas de cincuenta y seis años, en la misma estación por distintos motivos, con muchos más años pero con la misma ilusión, que aquella mañana de invierno, con mi madre y mi hermana, las recuerdo todas cargadas con maletas y bolsos, subiendo a ese compartimiento de madera. Ya no están esas locomotoras, con ese humo y ese sonido tan peculiar, la tecnología también ha cambiado en los trenes, ya no tienen ese encanto, todo se ha modernizado. La estación está restaurada y más bonita y más limpia. Ya no hay humos ni tantos ruidos, ahora es el tren de alta velocidad.
Nos acomodamos muy bien, el tren tenia vagón restaurante y servicios, hicimos el viaje muy bien, entre película, cabezadita ir y venir al vagón restaurante y alguna que otra paradita, se nos pasó el viaje largo pero bien.


Llegamos a SEVILLA a la hora esperada, las ocho de la tarde. Allí estaban esperándonos JORGE, ALDO y su novia GUISELA. Nos subimos al coche y en una hora nos presentamos en JABUGO. Nos instalamos en una habitación y al día siguiente comenzamos a trabajar.

Nos levantamos a las siete y media, desayunamos en el “Bar PARADA”, colacao y barquito. Después nos dirigimos a comenzar la jornada, uno de los secaderos más importantes de la zona, así toda la semana, hasta el sábado que tuvimos fiesta mediodía.


Por la tarde visitamos el pueblecito de al lado ARACENA, con su castillo en todo lo alto muy bonito. Se celebraba la fiesta del jamón muy famosa en toda la comarca, visitada por mucha gente para comprar jamones y embutidos. Estaba a rebosar de gente comiendo y bebiendo, ANTONIO y yo nos dimos unas vueltas, nos tomamos unas cervecitas y unos bocadillos y por la noche nos volvimos a JABUGO, todos cansados.

Al día siguiente nos levantamos para desayunar, queríamos ir de excursión, estaba todo cerrado. Preguntamos al primero que vimos y nos dijo que era pronto y que si no habíamos cambiado la hora, pues la verdad que no, esperamos un rato, desayunamos y nos fuimos de excursión, hacía un día muy bueno y soleado, de esos de otoño.

ANTONIO, JORGITO y YO, nos fuimos a ARACENA, a visitar otra vez la feria del Jamón. Almorzamos y visitamos la feria, paseando a ver la gruta de las MARAVILLAS, no pudimos entrar de tanta gente que había, pues nos fuimos a recorrer y visitar los pueblos de su alrededor, ALAJAR, un pueblecito en plena sierra morena.

En PEÑA DE ARIAS MONTANO subimos a la ermita y pudimos disfrutar de esos paisajes de castaños y alcornoques de esa bonita sierra, visitamos muchos pueblos más, en ZALAMEA, paramos a comer, continuamos algunos pueblos más, todo muy bonito y grandes paisajes.


Aparecimos en RIO TINTO, un pueblo minero muy bonito. Visitamos el museo minero, y fuimos a JARA, una estación del ferrocarril minero y que ahora se utiliza para hacer excursiones en tren. Sacamos las entradas y nos subimos al trenecito que bordeando el rió Tinto, contemplamos todas las explotaciones mineras.


Y con las explicaciones de una guía que nos relató toda la historia de la minería y el pasar de las aguas del rió TINTO, que como su nombre nos indica son del color del vino tinto.
Llegamos a la estación de los FLAIRES, donde cambió la maquina de sentido y pudimos bajar hasta la orilla del río.


Fue muy divertido y bonito, visitamos algunas cosas más. Se nos pasó el Domingo y el lunes, vuelta a empezar.
La semana fue corta y fría. Estuvo lloviendo todos los días, aun así trabajamos bien, el Jueves salí a comprar JAMON y embutidos, quien está en JABUGO y no compra un buen jamón pata negra una vez en la vida.

El viernes hicimos las maletas, por la mañana junto con los jamones, cargamos la furgoneta ANGEL, ANTONIO Y YO y despidiéndonos de ALDO Y JORGITO, arrancamos el motor dirección a VALENCIA. Hasta la vista, JABUGO. Chaoo.

MENDA, MATÓ A MENDO Y MENDO MATÓ A MENDA, AQUÍ TERMINA LA HISTORIA EN LA FERRETERÍA DE DON MENDO, EN PLENA SIERRA MORENA. FIN.

domingo, 5 de octubre de 2008

El Motorista

Se fue terminando el trabajo en BENIDORM, pero yo aún seguía con otros compañeros de trabajo, en especial mi compañero PACO, que tenia un SEAT 127 nuevo. Era un coche que ya corría bastante en aquellos tiempos, salíamos los Lunes a las siete de la mañana, colocaba la cinta de MARIA DOLORES PRADERA y todo el viaje a todo volumen escuchando sus canciones. En tres horas nos metíamos en BENIDORM, no estaba la autopista terminada.
Este PACO era muy buena persona y trabajador, pero le gustaba un poco la bebida, cosa que en más de dos ocasiones nos llevó a situaciones de mucho peligro. Día si y día no, cogía unas cogorzas de miedo, que a mi me tocaba llevarlo a la pensión, a acostarlo a dormir. La cosa que tenia es que estaba tan acostumbrado, que al día siguiente se levantaba para trabajar como si nada, tan nuevo.




Veníamos un Sábado por la mañana hacia casa, a pasar el fin de semana con la familia, escuchando a todo volumen las canciones de MARIA DOLORES PRADERA, que eran las que mas le gustaban y con alguna copa de más. Yo todo acojonado, no sabia donde cogerme, y diciéndole a cada momento: “che PACO, no corras tanto”, y él me contestaba siempre lo mismo: “que poriguita que eres”. Llegamos a la recta de OLIVA y empezamos a oír un ruido muy fuerte y extraño encima de nosotros, con la música a todo volumen, menos mal que llevábamos las ventanillas abiertas, nos asomamos y mirando para el cielo vimos un helicóptero que volaba casi encima de nosotros. PACO empezó a decir: “que querrá este tío, se ha vuelto loco tan bajito que va”. El helicóptero era de tráfico y enseguida comenzó a hablar por sus altavoces diciendo: “el coche SEAT 127 matricula …..V sepa que esta denunciado por un adelantamiento indebido”. Lo repitió dos veces, tomó altura y nos dejo alucinando, sobre todo a PACO que tuvo que pagar la denuncia.




No fue ese el único caso, nos pasaron muchos más, sobre todo cuando iba un poquito caliente. Teníamos novia los dos, un viernes por la noche cenando se le metió en la cabeza de venirnos a VALENCIA, cosa que hacíamos los sábados por la mañana, pero se puso tan pesado y tan pelma que no tuve más remedio que hacerle caso, y venirme con él. Salíamos de BENIDOR sobre las diez de la noche, con MARIA DOLORES PRADERA a todo volumen y fumando un cigarro detrás de otro. Llevábamos alguna hora de viaje y al coger las curvas de GATA DE GORGOS, vimos un motorista que nos seguía haciéndonos señales. Cuando tuvimos que reducir la velocidad por la cantidad de curvas y cuestas que venían y cuando el motorista nos dio alcance, comenzó a sonar la sirena, dándonos señales para que paráramos en la cuneta. PACO bajó la música y mirándome dijo: “¿y esta flor que querrá a hora?”.




El motorista era de la guardia civil de tráfico. Cuando aparcó su moto, se dirigió a PACO y saludando dijo: “los papeles y el carné de conducir”. El guardia se quedó mirándonos y comenzó a escribir. PACO le dijo: “¿que me va a denunciar? … ¿y por que?”. El guardia, todo enfadado y muy cabreado le dijo: “por no obedecer las señales del agente, voy detrás de usted más de cinco Km. Al salir de BENIDORM le hice el alto y usted casi me atropella. Así que dé gracias por no llevármelo detenido y otra vez valla más despacio, que casi no lo puedo coger de lo que corría”. PACO me miró otra vez y riéndose me dijo: “¿tú lo has visto?” – “pues la verdad que no, entre fumar, charrar y escuchando a la PRADERA, no nos enteramos de nada”. Le firmó la multa el guardia se dio media vuelta y nosotros arrancamos EL 127 y nos venimos hacia VALENCIA.




Tuvimos muchas más, PACO no ganaba para multas. Yo con este me jugué la vida muchas veces y tuve mucha suerte, no tuvimos accidentes graves pero sí muchos. No sé nada de él, si seguirá bebiendo o lo habrá dejado.
Os dejo me voy a ver como queda el VALENCIA que juega la final de la copa del rey. A ver si la gana. Y si bebes no CONDUZCAS. Chaoo

La envidia te come

La envidia es una de las cosas peores que nos puede ocurrir a lo largo de la vida, nacemos egoístas, pero la vida nos enseña que hay que tener otros valores, como la humildad y la sencillez y desterrar la envidia de tu corazón, también se puede tener envidia sana, como digo yo: envidio la naturaleza, la sabiduría, la educación y el saber comportarse respetando a todo ser vivo, cada momento de nuestra vida.

La envidia como no es una cosa que se ve o se toca, todo aquel que la padece, lo va matando poco a poco y el que la padece no se entera nunca, va perdiendo amistades, amigos, familiares y no les importa, no se dan cuenta.

Os voy a contar una fabula de un sabio:

“Había una vez un pobre y viejo sabio que vivía en la mas mísera de las pobrezas. Siempre se estaba lamentando y quejándose de lo pobre que era, pues no tenia ni para comer.
Todos los días daba unos largos paseos recogiendo hierbas para poder alimentarse, se lamentaba y siempre estaba diciendo que era un pobre desgraciado, que tenia que comer hierba para no morirse de hambre, siempre se estaba quejando y envidiando a los demás.


Un día dando esos largos paseos, recorriendo largas distancias y cogiendo toda clase de hierbas para comer, girando la vista y dándose la vuelta, vio todo sorprendido y extrañado que había otro sabio que le seguía y que iba cogiendo y comiendo todas las hierbas que él masticaba y tiraba. Entonces se dio cuenta que aún habían sabios más pobres que él.
Nunca más se volvió a lamentar, le enseñó que aún hay gentes que viven mucho peor.”

No envidiemos a los que más tienen, pensemos en que hay gente que viven peor que nosotros, que lo importante es la salud y el ser feliz cada día con todos los que nos rodean, tengan más o tengan menos y vivir sin que la envidia te martirice y te coma.


Hay que tener amigos, ayudar a todos los que puedas, no ser egoísta, tener la conciencia tranquila y dormir largo y tranquilo a pierna suelta por las noches. En pocas palabras, no ser envidioso y como digo yo: “rot, pet, bufa y calcetín”.

Este capitulo, va dedicado a la señora CARMEN. Chaoo me voy a ver la televisión de plasma que me he comprado.

domingo, 20 de julio de 2008

CURRITO

La Naturaleza es la que nos brinda esa libertad, nosotros decidimos si queremos ser libres, o al contrario estar toda la vida atado, viviendo en una jaula. Lo bonito es volar y ser libre como un pájaro.
Tengo en el patio de nuestra casa un cedro que tendrá sobre los cuarenta años, es muy bonito, está todo verde y da una sombra muy buena, que en verano, me siento a leer y tomar el fresco.


Todos los años vienen a anidar unos pájaros muy pequeños, que construyen sus nidos y después de criar desaparecen hasta el año siguiente. Este año hemos sido testigos toda la familia de uno de esos hechos, de cómo la naturaleza desarrolla la vida y nos enseña a vivir y querer las cosas, las más insignificantes, como ésta que os voy a contar.
Sobre el mes de Abril apareció un pequeño pájaro en el patio revoloteando debajo del cedro. Todos los días aparecía revoloteando y cantando. Nos llamo la atención, porque volaba a una altura más bien baja, unos tres metros. Todos los días nos hacía la visita, parecía que nos estuviera conociendo, para llevar a cabo una importante misión. Después de varios días, apareció con una ramita en el pico y después de depositarla en las ramas bajas del cedro, nos dimos cuenta que comenzaba a construirse su nido. Muy bajito y en presencia de todos, no se asustaba, parecía que fuera uno más de la familia. Incansable, todo el día haciendo viajes y poco a poco, el nido iba tomando forma. Cuando éste estuvo terminado, quedó de lo más bonito, todo muy currado, de ahí el nombre que le pusimos, CURRITO.


No tardó en poner tres huevos. Ahora le tocaba el trabajo de incubarlos en todo momento. Siempre estuvo solo, no tenia pareja y aunque le hemos puesto CURRITO, creemos que era una hembra.
Yendo y viniendo se pasaba los días se iba a comer y luego al rato aparecía para seguir incubando los huevos. Nos metimos en el mes de Mayo, por cierto muy lluvioso este año 2008, todos mirando al nido, viendo el agua que estaba cayendo y que se estaría mojando. A NACHI se le ocurrió hacerle un toldo, con una bolsa de basura cogida de la rama de encima y con unas pinzas. Vimos que fue un acierto, el pájaro y el nido ya no se mojaban. Siguió un tiempo incubando, hasta que un día vimos asomar una cabecita y otra y otra hasta tres.


Ahora le tocaba lo más difícil, sacarlos adelante él solo, dándoles de comer y cuidándolos como si de tres bebés se tratara. Se pasaba el día yendo y viniendo, trayendo comida y empapuzando a las tres bocas, que muy abiertas asomaban sin descanso cada vez que acudía al nido.
Comenzó el calor del mes de Junio, el toldo le valió para hacer sombra. Los polluelos empezaron a plumar y a crecer, CURRITO seguía sin descanso, un día tras otro, dándoles de comer y cuidándolos. Llegó el día esperado, de comenzar a volar y dejar el nido. Era primeros de Julio. No parecía fácil, era la primera vez. Los polluelos ejercitando las alas, pero sin atreverse, con algo de miedo por comenzar la vida. La madre, invitándoles a abandonar el nido, yendo y viniendo, enseñándoles cómo y a dónde. Un lenguaje que cualquiera entenderíamos, pero cuando no se encuentra uno seguro y con cuatro gatos que tenemos, rondando por debajo, cualquiera se hace el ánimo … Al darnos cuenta de la situación, encerramos los gatos y vigilamos todos los movimientos. Así estaríamos unos tres días. Los polluelos no se hacían el ánimo y Churrito se desesperaba arriba, abajo, para aquí y para allá. Nada, no había forma de hacerlos volar. Por fin, llegó el momento esperado. Tuvimos la suerte de ver cómo se lanzaban al aire y revoloteando muy torpemente, alzaban el vuelo, como de un avión se tratara. Salió el primero, voló unos diez metros hasta alcanzar unos cipreses. El segundo en seguirle, también voló hasta llegar a la valla y el tercero, al alzar el vuelo, calló al suelo. Menos mal que estábamos vigilando y no estaban los gatos. Nada, intento fallido. Lo cogimos y lo volvimos a colocar en el nido. CURRITO seguía allí animando con sus cantos e invitándole a volar. Después de un buen rato, el polluelo se volvió a hacer el ánimo y sacó sus alas. Revoloteó encima del nido y dando un pequeño salto, comenzó a volar. Esta vez sí lo había logrado, ya era libre, podía volar y recorrer largas distancias. CURRITO también se marchó volando y cantando, como si nos dijera: “¡Misión cumplida!”, y se despidiera de todos nosotros.


NACHI y yo nos quedamos muy tristes, viendo el nido vacío y que nos habían abandonado. Pero este es uno de los ejemplos de la vida, todos abandonamos el nido alguna vez. No sabemos si el año que viene volverán a anidar y si CURRITO nos volverá a visitar, o alguno de esos polluelos convertidos en grandes voladores, pero lo que sí sabemos es que la naturaleza, con la historia de CURRITO, nos ha enseñado a vivir, luchar y amar la vida y la libertad: “Quien sois vos que desde esa muralla me parláis”. Me voy a dar un buen bañito en la piscina, chaoo.

El Boom de Benidorm

En los años setenta, cambié de empresa, una de Valencia, que tenía mucho trabajo en Benidorm, se llamaba SEBASTIAN GARCIA DEL OLMO. También muy buen jefe. Comenzaron las construcciones y edificaciones de los apartamentos y de hoteles, lo que se llamó el BOOM del turismo DE BENIDORM.
La empresa instaló muchos apartamentos y hoteles, nos tiraríamos más de cinco años trabajando en ese BOOM. Todos los años yendo y viniendo, los Lunes a las siete de la mañana para allí y el Sábado a las nueve por la mañana para aquí. Llegamos a ser más de veinte operarios, íbamos en un SEAT 600, cinco plazas con las bolsas y todos muy apretados.


Nos costaba más de cuatro horas el viaje. Entonces no estaba la autopista y el 600 no corría más, en recta unos 80 Km y en curvas, cuando cogías las de PEGO, a unos treinta Km. El viaje era largo y divertido, nos turnábamos a mitad de camino a conducir, pues era un palo a esa velocidad. El 600 no nos dejó tirados nunca en la carretera.
Estábamos instalando el hotel más grande y lujoso de Benidorm, se llamaba EL DON PANCHO.



También hicimos EL SELOMAR, EL MOVIDIK, LOS PELICANOS y otros más. Comenzábamos a trabajar a las siete de la mañana y terminábamos a las diez. No veíamos la luz del SOL, siempre trabajando. Teníamos muy buen jornal, hacíamos destajos y muchas horas.
Nos hospedábamos en un hostalito en el que trabajaban toda la familia. Nos trataban muy bien, por el tiempo ya éramos de la familia, siempre íbamos a él. Nos tenia la habitación reservada, en invierno no tenía a nadie, solo nosotros y algún representante, pero en verano trabajaban con una agencia y se llenaba de ALEMANAS. En invierno estaba solitario, no se veía un alma, solo los cuatro trabajadores. BENIDORM era un cementerio, la diversión era cenar y hacer las quinielas con el tío BLESA, que era el dueño del hostal, y ver la Tv para comentar las jugadas de fútbol.


Al hijo del dueño le tocó una quiniela millonaria. Era un chaval de nuestra edad, hablaba inglés y alemán, era un ligón de todas las extranjeras, con su Mercedes descapotable, no se le resistía ninguna inglesa ni alemana. A parte del dinero que ya tenía, le tocó aún unos millones más … el dinero llama al dinero ...
Trabajaba con nosotros FRANCISCO, que era cordobés. Cariñosamente y por ser el mayor de todos, unos cincuenta años, le llamábamos “el Churro”. Nos cuidaba como si fuéramos sus hijos, todos gente joven, unos veinte años. Lo suyo era la compra, le encantaba ir a comprar, a regatear con las vendedoras como si fuera una “tía María”. Por las mañanas cogia una lista y comenzaba a apuntar a cada uno lo que quería para almorzar y para comer. Así los veinte, todos los días, él disfrutaba como nadie. También se gastaba muy poco, pues tenía que mantener la familia. Desayunábamos y cenábamos en el bar.


Un día nos invitó a unas copas y unos cubatas después de cenar, por su cumpleaños. Era verano, después nos íbamos a la discoteca “el 007”, muy famosa en BENIDORM. Se llenaba de extranjeras. Habíamos cenado y el camarero nos sacó con los cafés una botella de Brandi 103, cuando el camarero la iba a retirar, otro y yo le dijimos que no la retirara, que la pagaba FRANCISCO, él puso mala cara pero nos dijo: “yo la pago pero os la tenéis que beber, los dos solitos”. Nos miramos y por hacerle gasto, comenzamos a beber la botella de 103, hasta dejarla vacía. No sé lo que le costaría, pero a mí sí que sé lo que me costó y recuerdo:
Nos fuimos a la discoteca, comenzamos a bailar y dar vueltas, cuando el brandi comenzó a hacer efecto, el otro y yo nos miramos y dijimos: “que jodidos y que mal estamos”. Recuerdo que salimos a la calle, todo nos daba vueltas, nos sentamos en la puerta de “BANANAS” y a allí comenzó el repertorio, haber quien tiraba más, ahora tu, ahora yo, solo veía a los Turistas extranjeros que pasaban y se paraban a mirar, a reírse y algunos hasta fotos nos hacían como subvenir. Menos mal que allí estaba PEPITO, un aprendiz que trabajaba también con nosotros, y cogiéndonos a cada uno por el brazo, nos empezó a llevar al hostal para acostarnos y dormir la borrachera. A mí todo me daba vueltas, era la primera borrachera, no podía ni andar, solo pedía un taxi, cosa que el aprendiz, con cachondeo nos decía estirándonos y haciéndonos andar: “taxi os lo voy a dar yo”. Nos acostó. Todo seguía igual, dándome vueltas, creí que me moría. Cuando sonó el despertador a las seis y medía, yo no me podía mover de la resaca que tenía, pero no tuve más remedio que levantarme, el trabajo es el trabajo. Menos mal que el encargado era un buen tipo, y a mí me mandó a la sala de máquinas y allí me tiré toda la semana pegando cabezadas y al otro en las habitaciones que estaban con camas, probándolas casi todas, más de trescientas habitaciones.


Todo el mes me duró la borrachera y la resaca, lo pasé muy mal. Le tome aprensión al 103, cuando veía la botella me entraban nauseas. Es la única vez que me he emborrachado en toda la vida y como lo pasé tan mal, no he vuelto a probar la bebida y repetir la historia.
Bebo cerveza, sobre todo en verano, tan fresquitas y con el calor, frente a la playa, en el chiringuito, sientan y me caen tan bien que es todo un placer.¡Por fin España ha sido campeona de Europa!. Hasta la próxima, Chao.

domingo, 29 de junio de 2008

JUEGOS EN LA CALLE CERVANTES – Capítulo 2

“CHURRO, MEDIA, MANGA, MANGOTERO”, también era juego de invierno, consistía en lo siguiente: Había un jugador que hacia de almohadilla y un determinado numero de jugadores, los que en ese momento se encontrase en el sitio, tantos saltadores como paganos. El almohadilla se respaldaba contra la pared para sujetar a los jugadores, que agachados se colocaban uno detrás de otro. Cuando estaban todos en sus sitios el primer saltador gritaba, “¡churro va!” y saltaba encima de los que estaban haciendo de burro lo más lejos posible, pues tenía que dejar sitio para el resto de saltadores. Cuando todos habían saltado lo mas rápidamente posible el saltador que mejor colocado estaba decía señalando en el brazo la opción que pedía, “churro, media manga, mangotero”, y preguntaba, “dime lo que es”. El jugador que debajo estaba y que no podía ver, decía lo que se figuraba que el de arriba había marcado, si no lo adivinaba el juego estaba perdido y seguían de burro. El jugador almohadilla era el que hacia de arbitro, las chicas también jugaban.



“MANOS ARRIBA”, es te juego también era más de invierno por la oscuridad de la noche, era un poco tipo militar, se trataba de lo siguiente. No había numero determinado de jugadores, los que en ese momento estuviesen, lo que si que había eran uno o mas paganos, parecido al escondite. Los paganos se tapaban la vista y comenzaban a contar hasta cien, en ese momento comenzaba el juego, todos escondidos se empezaban a buscar cuando se encontraba a alguno se decía manos arriba y se llevaba preso a un lugar destinado así hasta llegar a la totalidad de los jugadores. Tenía que haber un centinela en el calabozo por que si no podía llegar otro jugador y liberar a todos los prisioneros diciendo, todos mis amigos salvados y vuelta a empezar el juego


“PIC Y PALA”, en este juego se empleaba un “pic” de madera, que era un trozo de palo redondo de unos quince centímetros de largo y uno cinco de gordo, con las puntas afiladas como un lapicero y una pala de madera como las del frontón pero cuadradas, había un tirador y un determinado numero de jugadores. Se marcaban dos líneas en el suelo, de unos veinte metros de separación. El tirador se colocaba en una y el resto de jugadores se colocaban en la otra. El juego se trataba de lo siguiente, el tirador decía “¡pic va!”, picaba y lanzaba lo más lejos posible, traspasando la segunda línea, y el resto de jugadores trataban de coger el “pic” en el aire. Si lo lograban, el que cogía el “pic” se colocaba de tirador y vuelta a empezar la partida y si no el tirador los llevaba hacia delante hasta que alguno pudiera atraparlo había distintas modalidades, esta era a “empomar” o a coger el “pic”.



“EL VEO VEO”, también era un buen juego. Nos colocábamos delante de un escaparate y nos pasábamos horas jugando a “El pare carabassot”, otro juego que se jugaba en corro y todos sentados en el suelo. Este juego ya era más de verano. Se jugaba así. Había un “pare carabassot” y un numero de jugadores, cuanto mas mejor, todos numerados, y comenzaba el juego que era un trabalenguas. Tenías que estar muy atento, si fallabas estabas eliminado. Comenzaba, diciendo, “el pare carabassot te dos carabasses” y el numero dos contestaba “com que dos carabasses?” y el “pare carabassot” decía “¿que cuantes?”, el jugador decía “pues cuatro” y así sucesivamente hasta que fallaba un jugador que quedaba eliminado. El último jugador que aguantaba sin fallar era el ganador y se convertía en el “pare carabassot”

Los Electrodomésticos - Capítulo 2

La calefacción, también tuvo un cambio muy significativo. Nos calentábamos con un brasero de leña que encendíamos o en la calle o en el corral hasta que quedaran solo las ascuas del fuego, después se colocaba debajo de la mesa. En la cama por la noche calentamos las sabanas con una botella de agua caliente o un ladrillo caliente enrollado con un trapo y muchas mantas. Le siguió las estufas de butano y los radiadores eléctricos de calor negro.

Los tiempos han cambiado mucho, bueno no se como explicar esto, con la calefacción de gas, de gasoil, eléctrica, y aire acondicionado de estos tiempos, mi vecino Miguel va en bañador, en pleno invierno por su casa.


La ducha también tuvo su adelanto, cogíamos agua en un barreño grande de zinc, lo colocábamos al sol, cuando estaba caliente añadíamos agua calentada en el fuego, lo entrábamos en los baños y allí nos lavábamos todos bien limpios, con champú de huevo o jabón de lavanda. Tuve un termo eléctrico de once litros que me instale encima de la bañera, le siguió la instalación de agua caliente con termo de cincuenta litros. Hoy ya no tenemos que sacar el agua al sol para calentar, tenemos instalaciones de todos los tipos, aunque tengamos que volver otra vez a la energía solar.


La lavadora y el lavaplatos también han sido unos buenos adelantos. Se lavaba en la pila con una madera para restregar, con jabón de pastilla “el lagarto”. El primer detergente en salir al mercado, se llamó “Ese” y otros como “Omo” o “Norit” el borreguito y “Viker” para las prendas finas. También para el cabello, el champú era de huevo. La vajilla se fregaba con un esparto y arena amarilla, con un poco de jabón. El suelo con lejía de “los tres ramos” un trapo y de rodillas, menos mal que se invento el mocho, que fue el invento junto con el “chupa chups”, puede pasar a la historia.


¡No!, entonces no teníamos móviles, ni sms, ni Hotmail y si querías hablar por teléfono tenias que desplazarte a la telefonista mas cerca y pedir hablar con el numero, que la señorita muy amablemente te marcaba bajo tu correspondiente pago, que aumentaba si era conferencia, pues solo tenían teléfono unos cuantos. Yo lo tuve en 1975, más de un año pedido. No habían líneas, las centrales telefónicas eran pequeñas, cosa que parece de otros tiempos lejanos. Perdonar estoy escribiendo y me suena el móvil, sin levantarme lo cojo y contesto “¿si?”, es mi encargado Roberto, que ha venido de Argentina, se le terminaron las vacaciones. Me llama para decirme que ha llegado bien, que se lo a pasado fenomenal con toda su familia y me manda un saludo, dice que se va a ver fallas, las “mascletas” y comer chocolate con buñuelos, y que pronto nos veremos, “chao” Roberto y saluda de mi parte, a Luís y José.


La televisión, otro gran invento. En los años sesenta y algunos, no teníamos televisión, solo oíamos la radio. Era como hoy la televisión, estaba en el mejor sitio del salón o del comedor. Todos escuchando alrededor música, noticias y “Matilde, Perico y Periquín” y “El tío Porretas”.


Los domingos íbamos a casa de “la Fita”, a ver la única televisión que había en la calle. Nos pasábamos la tarde viendo anuncios, “Bonanza”, “El fugitivo” y “la casa de la pradera”. No habían mas cadenas de televisión, mis padres se compraron la primera televisión en 1970, era en blanco y negro, vi la llegada de Armstrong a la luna, con su huella del pie y su bandera americana, el “un dos tres” que fue un programa muy visto, y las noches para no dormir de Kiko Ibáñez Serrador. La televisión en color llego allá en 1975. De lo primero que se vio en color fue “sábado fiesta”, “Heidi”, y el entierro de Franco. Hoy nada es igual entre el cine en casa, las televisiones de plasma, la televisión digital con más cadenas que butifarras, estamos gilipollas, no tenemos tiempo para ver nada.

La Señora Lorito

Seguí trabajando con “Paquete” seis años más, me hice por el tiempo oficial, aprendí el oficio de electricista, seguía con el Renault 4, bajando de Líria. A mitad de camino el vehiculo comenzó a dar enganchones y fallos en el motor, hasta quedarnos tirados en la cuneta. Paquete comentó: “¡ya nos hemos quedado sin gasolina, coño!, y no veas lo lejos que queda la gasolinera para ir andando!”, se nos iba a hacer de noche.
No estaríamos ni cinco minutos cuando, por obra de magia, se apareció la pareja de motoristas de tráfico.


Al vernos tirados, pararon y saludando nos dijeron: “¿Qué les ocurre?,¿ están averiados?”. Mi jefe, que miró al cielo cuando los vió aparecer, todo contento, les contestó: “No señor guardia, que me he quedado sin gasolina”. El guardia le dijo: “Pues eso no tiene importancia, se lo soluciono en un instante.” Se desplazó hacia su moto y todo sonriente trajo una lata de gasolina de cinco litros, diciéndole a mi jefe: “abra el deposito y ¡a volar!”. Paquete le contestó: “no hace falta, está abierto, pues perdí las llaves y lo tengo con ese tapón de corcho de garrafa”. El guardia le dijo: “hombre, cómprese un tapón que esto es un peligro y le pueden robar la gasolina”. Mi jefe asintió con la cabeza por si le denunciaba, terminó de vaciar la lata de gasolina y dijo: “bueno, esto ya está, dígame lo que le debo”, sacándose la cartera del bolsillo. El guardia le contestó: “De la gasolina nada
Paquete no se lo podía creer, la fama que tenían los guardias de malos y lo amables y serviciales que habían estado con nosotros. Comenzó a darles las gracias, solo faltó que les besara la mano. No terminó ahí la cosa, el guardia cuando dejó la lata en su moto, cogió la libreta de las recetas y le dijo: “firme aquí, que lo he denunciado por quedarse sin combustible en la carretera”. Mi jefe cambió de color y le preguntó: “¿Cuanto es la multa?”. El guardia le dijo: “nada, 2.000 pesetas”. Mi jefe le firmó la receta, los guardias se marcharon y Paquete arrancando el Renault dijo: “vaya gasolina más cara que me ha salido...
Le salió un trabajo en la calle de Grabador Esteve en Valencia, una reforma de un piso de más de 200 mt en una finca muy lujosa, que tenía hasta portero y ascensor. Vivían allí un matrimonio sin hijos; él era director de un buen banco y ella era una señora “lorito”, pues hablaba como esos pajaritos.


Me encargó la faena a mí, que junto con un aprendiz, “Ceferino”, nos pusimos manos a la obra. Comenzábamos a trabajar a las nueve de la mañana ya que vivían en el piso y la reforma se tenía que hacer con los dueños allí viviendo.
Tenían una sirvienta de mi misma edad, guapa y muy simpática, sevillana. Yo noté que le gustaba y que estaba por mis huesos, cosa que a mí también me gustaba, pero yo ya tenia el corazón ocupado. Ella nunca desistió, rato que no estaba la señora y aprovechando cualquier excusa, se venía a hablar conmigo y preguntarme si quería algo. Los señores se iban antes que comenzáramos a trabajar; el hombre a su banco y la señora “lorito” a comprar hasta la hora de comer. La llamábamos “lorito” porque tenía una jaula grandísima llena de periquitos machos y hembras todos juntos, que se pasaban todo el día chillando y riñendo.


Allí nos quedábamos con Carmen, que así se llamaba la chacha; nos cuidaba muy bien, no nos faltaba de nada, cerveza para almorzar, agua bien fresquita para trabajar, cerveza, café y copa para comer y horchata y rosquillitas para merendar. Cada día que pasaba estaba más enamorada de mí, yo nunca le di pie y me comporté, como un amigo. Un día me invitó a salir a bailar, a un baile de la calle Túria, que tenía fama por los jueves, que era el “día de churra”. Acepté la invitación y nos fuimos a bailar todos muy arreglados. Ella estaba muy guapa, estuve a punto de caer, si no hubiera sido porque vino acompañada de su amiga y ya lo dice el refrán: “tres para el saco y el saco en tierra”. Nos lo pasamos muy bien pero no hubo tema.
Estuvimos casi dos meses en la reforma, había mucha faena, estábamos a cuerpo de rey. Ya nos juntábamos más de seis entre fontaneros y pintores. A la hora de almorzar, como yo no me tiraba a la piscina con Carmen, un pintor empezó a gustarle, también de la misma edad, comenzaron salir y creo que se llegaron a enamorar. Estábamos ya a punto de terminar la reforma, estaba todo pintado. Había quedado muy bien. Se marcharon los fontaneros, los carpinteros, los pintores y allí estábamos rematando el trabajo colocando lámparas interruptores y enchufes, ya casi todo terminando, cuando ocurrió lo siguiente:


Estábamos colocando interruptores y enchufes y como estaban viviendo, por no cortar la electricidad, por la lavadora, la nevera y dejar la casa a oscuras, nos pusimos a trabajar con corriente. Habían dos habitaciones muy oscuras donde no se veía nada. Entonces mi aprendiz Ceferinho le dijo a la señora, que ese día no había salido a la calle y estaba con batín y sin arreglar, que si tenía una linterna para alumbrarse, ya que no se veía nada. La señora “lorito” le dijo: “no tengo linterna, pero te puedo alumbrar con una vela”. Ceferino le dijo: “tráigamela y alúmbreme”. Estaba colocando los enchufes de las mesitas de noche, arrodillado y la señora detrás alumbrándole y diciéndole: “ves con mucho cuidado, no te vaya a dar la corriente. Estoy asustada de verte, ahí tocando los cables, yo les tengo pánico y horror. No valdría para eso” y seguía diciéndole y repitiéndole: “qué miedo y estás tocando los cables con corriente y no te pasa nada”. Ceferino le contestó: “No, ya lo ve, venga, tóquelos usted y ya lo verá”. Se giró y cogiéndole la mano a la señora, le dió una fuerte descarga eléctrica. Ésta salió despedida más de tres metros. La descarga se la transmitió, a través de la mano. La señora “lorito” se quedó toda esparramada por el suelo, a oscuras y con todos los pelos de punta. Se levantó y comenzó a gritar y a chillar como una loca
Le había dado un ataque de pánico. Estaba aterrorizada, comenzó a correr hacia la escalera, gritando: “¡socorro!, ¡auxilio!, ¡socorro!, el electricista se ha vuelto loco me h querido matar!”. Abrió la puerta de casa y salió a la escalera venga el grito y pidiendo socorro: “¡auxilio!, el electricista me ha querido matar!”. Los vecinos no tardaron en salir a la escalera a ver qué era lo que estaba ocurriendo con tanto escándalo. Hasta el portero subió a ver lo que había sucedido. Una vecina le sacó una silla y la sentó para calmarla, a la vez que le daba unos sorbitos de agua para tranquilizarla. Otra vino con un vaso de tila y cuando empezó a tranquilizarse comenzó a contar lo que le había ocurrido, yo a ahí estaba.


No sabía qué hacer ni qué decir, solo que cogí a Ceferino y le dije: “¿qué ha pasado?, cuéntame”. El pobre chaval todo asustado me contó lo que le había hecho. Él no pensaba que la señora “lorito” llevaba unas zapatillas de suela de material que no son aislantes y por eso le dió la descarga eléctrica tan fuerte.
La señora se recuperó, poco a poco. Llamó a su marido y cuando se presentó en casa, llamó a Paquete y le dijo que no quería en su casa a ese chaval. Así que Ceferino cogió su ropa y su herramienta y lo trasladó a otro trabajo, no lo despidió. Yo continué unos días más hasta terminar. Terminé la reforma, el trabajo y la amistad con Carmen, todo a la misma vez. Nunca más nos volvimos a ver, se haría novia, y se casaría con aquel pintoret. Chaoo

sábado, 31 de mayo de 2008

JUEGOS EN LA CALLE CERVANTES – Capítulo 1

La calle Cervantes era muy tranquila, aunque estaba llena de comercios, en invierno a las seis de la tarde se quedaba solitaria, sin gente y sin coches, solo se oían las voces y los gritos, de unos cuantos chiquillos que jugábamos a lo que se nos ocurría. En verano había más vida, era una calle muy fresca, llena de árboles que hacían mucha sombra, que aprovechábamos para jugar y los vecinos por la noche, para salir a cenar y tomar la fresca


Cada época tenia sus juegos, en verano unos y en invierno otros, ya era una tradición que se seguía desde mucho tiempo y se pasaban de generación a generación. Era una forma de vivir la calle y sentirla, al no existir la televisión no había otra forma de divertirse. Os voy a contar algunos de aquellos juegos que nos gustaban y entretenían, hasta la hora de irnos a casa a cenar y las madres nos llamaban a gritos. Estos juegos se jugaban a las edades de siete a doce años.
Eran juegos de niños y siempre había una cantidad de amigos para jugar, recuerdo que seriamos seis o siete los de la misma edad. También venían de las calles de los alrededores los que hacíamos pandilla y siempre íbamos juntos a todas partes y al mismo colegio. Sentíamos la calle Cervantes, como si fuera nuestra, para nosotros la mejor.




“LAS CUATRO ESQUINAS”, había un cruce de calles, calle Cervantes y calle Santa bárbara, donde nos poníamos a jugar. Era juego de invierno, a las seis era de noche, en el centro del cruce había una bombilla sujeta con cuatro cables de alambre, tapada con un plato metálico para que no se mojase, que alumbraba el centro de las cuatro esquinas. Esté tipo de alumbrado es el que tenia todo el pueblo, por las noches se veía muy poco. El juego era el siguiente: Eran cinco los jugadores, uno en el centro y los cuatro restantes, uno en cada esquina. El pagano era el jugador del centro y el que daba la orden de cuatro esquinas y a la de “¡ya!”, cada jugador salía corriendo a ocupar la esquina del costado y el jugador que se quedaba sin esquina, por que otro había sido mas rápido, era el que perdía y se quedaba de pagano en el centro. Así podíamos estar horas y horas sin cansarnos. Las esquinas estaban todas sucias de tanto jugar y de apoyar los pies y las manos.


“ÍDEM FLIKIN” así se llamaba otro juego que decía “ídem, fliki, pastrana y culá”, este juego no tenia limite de jugadores, podían jugar todos los que en ese momento se encontraban allí, también había un pagano que se colocaba pegado al bordillo de la acera y doblado como si fuera un caballo, el resto se ponían en fila uno detrás del otro, el primero era el capitán y el que daba la orden según iban saltando los jugadores desde encima de la acera. El juego era el siguiente: Cuando el capitán decía “ídem”, los jugadores saltaban normal, como si del potro se tratara uno detrás del otro, cuando todos habían saltado, el pagano se alejaba un paso lateral, que es lo que le iba dando esa dificultad cada vez que se iba retirando. Cuando decía, “ídem pastrana”, el saltador tenia que pegar fuerte con las manos abiertas al que hacia de potro. Cuando decía “ídem fliki”, el saltador cuando saltaba al mismo tiempo tenía que pegarle una patada en el culo. Y cuando se decía “ídem fliki pastrana y culá” el saltador tenia que saltar, pegarle con las manos abiertas, pegarle una patada en el culo y una “culá”, eso cuando había una considerable distancia tenia mucha dificultad, entonces el saltador que no podía efectuar el salto correctamente. Pagaba colocándose de potro y comenzando de nuevo la partida, había gente que saltaban más de tres metros, todos unos deportistas.


Todos estos y muchos mas que seguiré contándolos pues habían muchos y no nos aburríamos, nos faltaba tiempo, eso que no teníamos T.V.
Me voy a cenar y ver el telediario de las nueve chaoo.

Monblanc

España es un gran país, tiene un clima casi tropical, las gentes son amables y las mujeres son muy guapas. Tiene una orografía que es lo más variopinta, que no hay país que se nos parezca. España sí es diferente con sus costumbres y sus pueblos tan bonitos.
Tiene unas playas que son una maravilla, el agua, la arena y las bañistas que están muy guapas. Tiene unas montañas, unas pinadas, un cielo azul y un Sol, que es la envidia de todo el mundo.
Lo único que falla es la selección, de fútbol, que ya veremos como quedamos esta Eurocopa, si pasamos de cuartos o nos eliminan a la primera de cambio, será lo más normal como siempre.


Aquí estoy en MONBLANC, un pueblecito medieval de TARRAGONA, escribiendo estas letras para explicaros como es este pueblo tan bonito, de unos seis mil habitantes.
Está situado en la provincia de Tarragona, dirección a Lérida, entre montañas en un valle donde de lejos se ve su catedral gótica romana muy bonita y bien conservada. Toda la ciudad está rodeada de unas bonitas murallas, restauradas que le dan un encanto de esos pueblos medievales del siglo XVII, las calles son estrechas, de adoquines, y tiene unas bonitas casas con las fachadas de piedras y muy bien restauradas.


Es muy tranquilo, se ve poca gente por las calles. Tiene muchos comercios, se ve que es un pueblo turístico, aunque se está llenando de industria. Yo mismo aquí estoy trabajando en una fábrica de dulces y pasteles, instalando el frió industrial al lado del cementerio.
Estamos hospedados en la calle Mayor, en casa de Encarna, un hotelito de cinco plantas muy bien decorado, tipo rústico. Estamos muy bien, tiene cada planta una habitación, una cocina y un baño, todo muy bien arreglado, cómodo y tranquilo.
Sus fiestas son en Mayo, son tipo medieval, participa todo el pueblo, y se llena de visitantes de todos los alrededores. Hacen un mercado y unas fiestas medievales basadas en san JORDI, que mató, en la puerta del mismo nombre según cuenta la leyenda, al dragón. Son unas fiestas muy bonitas de ver, por todo el colorido y sus trajes típicos.


Hacen un concierto “jevi”, en una de las iglesias gótica-romanas, todo un espectáculo y una misa cantada por los monjes con música y cantes gregorianos, que asisten toda la comitiva de los reyes y festeros.
También hay unos desfiles de tambores y cornetas, las abanderadas y el comité real, con sus reyes y su reina acompañados de su séquito y sus bufones, que son lo más gracioso, al ser chiquillos de seis o siete años, con sus trajes, de bufones y dando todo tipo de volteretas y saltos.


Por la noche hay espectáculos y correfuegos, “els di monis del foc”, todo muy típico de aquí. Bueno, pues esto es todo lo que os puedo contar. Espero estar más de un mes trabajando. Es pequeño, ya me lo conozco casi todo. Estoy muy a gusto, he hecho muchas fotos y viajo cada fin de semana a casa. Hay trescientos Km. por autopista, tiene un rió, “el Fricoli”, que estaba seco, pero gracias que esta lloviendo bastante, baja con bastante agua. También tiene a lo alto de la montaña una ermita que no la he visto por que está muy alta y lejos.
Los compañeros de trabajo son Roberto, Luis, Jose y yo, que es el que relata la historia, CALATRABO.
Si os podeis perder por MONBLANC y comer “cudella de palles” en el restaurante “el PERGAMI”.
Chaoo.

MONTBLANC 3O DE MAYO DE 2008

domingo, 18 de mayo de 2008

THE BEATLES - Capítulo 7.

Nos disolvimos en el Año 1969. Cada uno se marchó por su lado a otros grupos, a mi vinieron a buscarme los “Rangers”, era un grupo de música rock, música de Jimi Hendrix.


También llevábamos temas de los “Bitels”. En fallas nos contrataron en el parador del mercado central. Actuamos con otros artistas, cantábamos “Get back” y “Don’t let me down”. También hicimos una gira por todas partes. Madrid, en la cadena de salas de baile “Consulado”, en las fiestas patronales de Oviedo, donde estuvimos actuando, junto con Bruno Lomas, que también falleció de accidente de coche.
Actuamos en las fiestas de ALDAYA en una terraza de verano, nos contrataron los clavarios de las fiestas, era una terraza muy bonita, estaba muy bien iluminada, tenía una pista de baile en el centro, mesitas alrededor y el suelo era de gravilla. Comenzamos la actuación con la música de JIMI HENDRIX. Íbamos disfrazados, con el pelo largo cardado, con bigote, con una vestimenta a lo JIMI, era todo un espectáculo.

La gente empezó a murmurar ya que no se podía bailar de ninguna manera y la gente no entendía nada de JIMI. Veíamos que no gustábamos nada, ya se oían silbidos, la gente comenzaba a ponerse nerviosa y de pie comenzaron a protestar, no estaba bien visto esos pelos y esas vestimentas.





Nosotros seguíamos con el mismo sonsonete, pero más cargado de bombo, “PUEDES VERME” decía el cantante JOSE MARIA, imitando a JIMI y seguíamos cantando esa escandalosa música.
No tuvo más remedio que acercarse a nosotros el clavario mayor como si fuéramos bichos raros y decirnos “¡ che que no tinguen ningún boleret ni un pasodoble?” esto no se entiende pues la verdad, que no teníamos ninguno, la cosa se estaba poniendo muy fea, ya se oían los “¡fuera, fuera, fuera!”, la gente empezaba a ponerse de pie y comenzaron a caer las primeras piedrecillas de la gravilla del suelo, nos miramos todos preocupados, bueno todos acojonados y a la de tres comenzamos a cantar HEY JUDE, la gente salió a la pista a bailar, todos muy pegados con muchas ganas de apretarse, la cosa empezó a calmarse, ya que seguimos con el repertorio de los BITELS, seguimos con HELLO GOODBYE y otras muchas más GIRL y LUCY IN SKY WITH DIAMONDS, para terminar con SONFING y el pasodoble de VALENCIA, para finalizar la actuación.
La actuación se me hizo larga teníamos ganas de terminar, cuando termino la actuación un grupo de gente esta esperando en la puerta, gritando e insultándonos, maricones so maricones, llamamos a la policía que nos tuvieron que escoltar, hasta la salida del pueblo, lo pasamos mal, casi nos linchan , aunque nos daba mucha risa, cuando lo contábamos por ahí.
Siempre me acuerdo cuando paso por ALDAYA , MISLATA, TORRENTE y el BARRIO DE LA FUENSANTA, que tuvimos casi la misma historia, luego se han visto cosas mucho mas fuertes pero la gente ya esta curada de espanto, un beso JMI. TU SI PUEDES VERME.





Terminé mi historia musical casi al mismo tiempo que mis ídolos, en el año 1970. La ultima actuación la hicimos en GRANADA, siempre tocábamos ese repertorio que nos salvó aquel día, finalizábamos las actuaciones con ese HEY JUDE, terminamos la gira de más de un año, cogí mi instrumental, lo facturé en el tren y yo cogí un taxi hasta VALENCIA. Me costó cuatro mil pesetas, me despedí de todos los compañeros y les dije GOODBYE.
Esta música y estos fantásticos músicos THE BEATLES, los llevaré siempre conmigo, viví con ellos los mejores momentos de mi vida y de mi juventud, me han acompañado siempre, toda mi vida en casa, en el trabajo y en el coche. Es el 2008 y tengo varios CD, que cuando viajo en el coche, suenan como el primer día, me gustaría morir cuando me toque, escuchando esa música y esos grandes de toda la historia, gracias muchas gracias THE BEATLES. Mi canción favorita y para mi gusto una obra magistral de JOHN LENON titulada IMAGINE esto es todo. FIN.Ya os cantaré mas cosas.