domingo, 20 de abril de 2008

LOS ELECTRODOMESTICOS - 1

No siempre ha sido así, hubo un tiempo allá por los años cincuenta-sesenta, que por ejemplo no existían las cocinas de gas, o eléctricas, o encimeras, ni hornos, ni microondas, ni lavadoras, ni secadoras, ni frigoríficos, ni congeladores, ni televisores, ni videos, ni dvd, ni CDS, ni móviles, ni ordenadores, ni GPS, ni otros adelantos del momento, que ahora no le damos ninguna importancia, pero en su día conforme iban apareciendo, nos hacían la vida mas fácil y cómoda. Era el progreso con sus nuevas tecnologías, si mis abuelos levantasen la cabeza, no se lo creerían, con toda la información de Internet y toda la revolución digital y todo el avance automovilístico, de transporte aéreo y terrestre. Solo han pasado cuarenta años, aunque no os lo creáis, cuatro días.

Se guisaba con leña, con un foguer de carbón, recuerdo a mí madre guisando, y yo yendo a comprar carbón a la carbonería, con un capazo de esparto, uno o dos kilos que me pesaban con una romana. Le siguió el petróleo, cambió el foguer, fue toda una novedad, la gente cambió enseguida. Era un foguer metálico con un depósito, unas estrébedes y una mecha, que con el mecanismo de una rueda subía y bajaba según el tipo de llama que se necesitara en cada momento. Esto supuso unas grandes colas en los puntos de venta, yo iba con garrafas de cinco y diez litros, a esas largas colas interminables. No se conocieron accidentes por el petróleo, así estuvimos algunos años. Yo me calentaba el desayuno, malta con leche, con un infernillo de alcohol que mi madre me dejaba preparado encima de la mesa todos los días, para ir al colegio.

Luego vino el gas butano, también fue una nueva revolución en las cocinas, se retiraron los hornillos de petróleo y se instalaron las nuevas cocinas de gas, que muchas traían el horno incorporado. También fue una nueva situación, ya no había que desplazarse a los hornos con los guisos y los asados, ya que el horno, estaba en casa, aunque hay que reconocer que no es lo mismo un arroz al horno o unos pasteles como los del horno de leña. Luego le siguieron las eléctricas y las encimeras digitales, ha habido un gran adelanto en la cocina, ya se vera como se cocina dentro de algunos años.

También los alimentos tuvieron sus adelantos, con sus frigoríficos y congeladores, los alimentos ya no eran tan perecederos. En mi casa teníamos una despensa con mosquiteras donde se conservaban las carnes y alimentos. Conocí la primera nevera, era de hielo, tenia que comprar todos los días un trozo de hielo, que compraba enfrente de mi casa en “La tienda de Tolo”, que colocaba en un departamento de la nevera. Tenía un depósito de desagüe para cuando se deshiciera el hielo. El helado y la horchata se hacían con heladoras redondas, de corcho que manualmente y dándole vueltas con hielo y sal, se hacían helados y granizados. Le siguieron los frigoríficos de un motor y de dos motores y hoy en día son lo mas en frió. Los congeladores, los hay de todas formas y tamaños que congelan los alimentos en segundos. Un buen adelanto para todos, ya no hay que ir a comprar hielo y darle vueltas a las heladoras, os apetece un helado?. Chaoo.

EL TABACO SÍ MATA

El primer cigarro que me puse en la boca sería a los doce años, creo recordar que fue un Winston y que me sentó fatal, casi vomito, pero estaba de moda en toda la juventud y aunque en casa lo tuviéramos prohibido por nuestros padres, hasta una edad que algunas veces podía llegar a los veintiún años.

Yo recuerdo que mi padre me autorizó a fumar en su presencia, a la edad de dieciocho años, gracias a mi primo que venía de París y allí estaban más avanzados. Siendo de la misma edad, mi padre consintió darme ese permiso, cosa que con las madres eran más permisivas, yo mismo cuando mi padre no estaba en casa, con una edad de dieciséis años, salía al comedor fumando y haciéndome el interesante, cosa que enfurecía a mi madre y chillándome y gritando me decía de todo: “guarro, más que guarro, quítate ese cigarro de la boca”. A mí me entraba risa.
Sobre la edad de catorce años, poco a poco y sin darme cuenta y sin mas información, me fui metiendo en esa adicción a la nicotina, la verdad que en esa edad fumar era un placer, y casi un ritual. Sería por su prohibición, pues no se fumaba en cualquier sitio, por miedo a tus padres te pillaran, en la calle mirando a todo el mundo siempre te pillaba algún vecino que iba con el cuento a tu padre y no te librabas de una bronca. En el colegio “EPLA” teníamos un apartado donde en el recreo y los descansos nos juntábamos a fumar, alrededor de una higuera, siempre vigilando, que no nos pillara algún flaire.
Yo en casa me lo montaba muy bien, recuerdo el ir a comprar a un quiosco del puerto de Valencia, un tabaco de contrabando EGIPCIO, que venía en una cajita metálica verde, se llamaba ADUL, era un tabaco rubio sin boquilla, y un poco ovalado, tendría veinte cigarrillos y un aroma que impregnaba toda la habitación. Me fumaba un cigarrillo al día, pero era fantástico, después de comer me encerraba en mi habitación, con la ventana abierta, con el frescor del verano, tumbado encima de la cama, abría la caja que tenía escondida y sacando un cigarrillo, como si de un ritual se tratara le pegaba fuego, y muy suavemente empezaba a saborear ese aroma que cada calada, te llegaba a las puntas de los pies, cuando terminaba y se había ventilado la habitación salía todo chulo, como un hombre.

Seguí fumando y fumando hasta convertirme en un esclavo de la nicotina. No tenía miramiento ni de mis hijos pequeños, ni el sitio, comiendo, en el coche, en el trabajo … vamos en todas partes. Fumaba Ducados, que luego me cambié de marca, pues como fumaba tanto y era un tabaco muy fuerte no podía con él, así que me cambié a Fortuna. Era tanto lo que me enganchaba que muchas noches que no tenía tabaco, no importaba la hora que fuese, tenía que comprar, muchas veces a las dos y las tres de la madrugada. Salía a comprar donde estuviese abierto. Por el tiempo llegamos a estar toda la familia enganchada al tabaco, mi mujer y mis hijos, hasta las novias, en casa todo eran ceniceros y colillas, apestaba a humo y tabaco.
Todas las noches, cuando me acostaba, con el mismo propósito, de dejar de fumar, pues ya eran muchos años tragando humo y ya comenzaba a resentirse esos pulmones y ese cansancio, que se apoderaba de mi, pero era inútil ese propósito de dejar de fumar, solo duraba hasta el día siguiente. En el primer bar que me encontraba por la mañana me tomaba mi café con leche y mi paquete de Fortuna, así comenzaba un nuevo día, hasta la noche que otra vez volvía a proponerme dejarlo. En esta vida he intentado dejarlo muchas veces, más que años tengo. Una semana, un mes, dos meses, chicles y parches de nicotina, la acompuctura china … lo más un año, que luego era mucho peor pues parece ser que tenia que recuperar los cigarros que no había fumado, dos paquetes al día, todas las noches la misma canción, que si mañana me dejo de fumar y siempre la misma historia.
Tengo casi sesenta años, sé que es muy difícil dejarse y comprendo a la gente que no puede dejar el tabaco, pero animo a la gente, que sí es posible dejar de fumar, todo es cuestión de fuerza de voluntad, y mucho sacrificio.



Llevo más de diez años sin fumar. En casa no fumamos ni mi mujer ni mis hijos y las novias también lo han dejado. Ya no hay ceniceros ni huele a colillas, se respira un ambiente sano, sin humos. Me ha costado mucho sacrificio pero estoy muy contento.
Es una de las cosas que me siento muy satisfecho. Creí que no sería capaz de dejar ese hábito al tabaco y la nicotina pero SÍ, lo he conseguido y hoy me encuentro muy bien de salud. No me canso ni me fatigo, en conclusión, creo que he llegado a tiempo de dejarlo y solo puedo deciros que tiene más cosas positivas el no fumar y el disfrutar de todo, vivir la vida, respirar ese aire del mar y esos aromas de la primavera, el azahar y encontrarte bien, en forma y dormir sin pensar en proponerte algo que después no vas a cumplir. No molestar a nadie, respetar a los niños y lo más importante, no estar enganchado de por vida a una de esas máquinas de oxígeno que es el punto y final de muchos fumadores.
Esto sí que ha sido, pegaros un buen puro HABANO, me largo echando humo. Chaoo.

THE BEATLES - Capítulo 5

Este éxito en el festival nos dio mucho nombre, en los alrededores los jóvenes nos saludaban por la calle como si fuéramos unos cantantes famosos, nos salieron muchas actuaciones y nos contrató un empresario, que tenía una terraza de verano, para hacer baile todos los Domingos.

Era un cine de verano, por la noche era cine y también hacían espectáculos, nos contrató al cincuenta por cien de taquilla entre semana ensayábamos y los domingos actuábamos haciendo baile.
Poco apoco, se fue corriendo la voz entre toda la gente joven y al final se llenaba el local todos los domingos, venían de todos los pueblos de alrededor ya que no existían las discotecas y salas de baile que, estaban prohibidas, los únicos bailes eran las pistas falleras donde iba la gente mas mayor, las cosas empezaban a cambiar, al mismo tiempo comenzaban a desaparecer esas reuniones, bailes, y guateques los jóvenes preferíamos otras cosas, reunirse con pandillas de chicos y chicas de otros sitios en locales mas grandes, sentir la música en vivo, entre semana quedábamos, “donde vas el domingo”, se decían, “vamos al PARAISO” a ver a los WATIOS.

Así se llamaba el baile, teníamos un repertorio de las canciones de moda entre ellas, más de la mitad eran de los BITELS, movidas y lentas. Conocí a NACHI actuando.
Sonaba la canción MISERY, yo tocaba la guitarra bajo, la canción tenía unas voces, me arrimé al micro y fue cuando por primera vez yo la vi. Allí estaba debajo del escenario enfrente de mi, ella me miró y yo la miré, ella me sonrió y fue cuando surgió el flechazo, acababa de conocer a la mujer de mi vida, NACHI estaba guapísima, muy morena el pelo rizado negro, recogido con una diadema color rojo, un vestido blanco de punto, algo ajustado con unas pequeñas rallas moradas en el peto, que le hacían resaltar esos bonitos y brillantes ojos verdes.

Llegó el descanso y bajé a saludarla, nos presentamos, la saqué a bailar y le dije que me esperara cuando terminara la actuación, para acompañarla a su casa. Terminó la actuación, ella seguía allí mirándome, también le había gustado, recogimos el instrumental y la acompañé a su casa, nos despedimos y quedamos para otro día, así comenzó nuestro amor, ocho años después me casé con NACHI, ya llevo treinta y tres años casado, que suman toda una vida juntos.
Y que cumplan muchos años mas.chaoo

lunes, 14 de abril de 2008

LA PAELLA Y EL GENERAL

Las primeras maniobras de cocinero fueron en Marines, en una masía de zona militar. Montamos la cocina de campaña y comencé a cocinar, con lo que ya sabia, con las recetas que mi madre me enseño y la ayuda de una olla industrial a presión, fue mi salvación, todo iba muy bien le cogí la marcha y sin problemas.

Seguí la amistad con el médico de la compañía que como valencianos, cambiamos la forma de hacer la paella, cosa que el cocinero anterior, que era muy profesional, pero al ser de Albacete no tenia acierto con la paella, metiéndole pimientos y guisantes, sofriendo el arroz y haciéndola con gas.

Como el médico no tenia mucha faena, se pasaba los ratos en la cocina, hablando conmigo y ayudándome a cocinar, pues tenia cierta afición y no había, mas distracción en pleno monte. El día que tocaba paella en el menú, nos preparábamos el fuego con leña de garrofera, las ramitas de romero, el garrafón, la bachoqueta y las vaquetas, le cogimos el nivel del agua y nos hicimos unos profesionales de la paella valenciana. Salían ochenta plazas, no sobraba ni una cucharada



Esto me llevo a la anécdota más curiosa e importante por su alta graduación y personaje, que me ocurrió, en el servicio militar.

Comenzamos unas maniobras en una aldea cercana a Marines, en zona militar y con fuego real e intervención de morteros. Acudió como espectador invitado, a visitarla el capitán general, de Valencia y de la ¡BRIDOT!

Con toda la plana de estado mayor, no falto el coronel Carruana, Jefe del CIR 7 de Marines, con todos sus mandos. El campamento de campaña que era la masía, estaba llena de estrellas y ordenanzas más de veinte jefes.

Yo allí estaba, en la cocina, preparando la comida, cosa que por ser un día especial, por el acontecimiento, guise una gran paella. Comenzó a llegar la tropa, eran las dos de la tarde, hora de comer, cuando se arreglaron, formaron y comenzamos a servir la gran paella. Como es norma, cuando hay un mando superior se le sirve una bandeja de degustación, con la comida de la compañía. En este caso el menú llevaba ensalada, paella, lomo con patatas un plátano y vino con gaseosa. El ayudante que tenia en la cocina, Villar, y que servia a los mandos, cogió la bandeja, se presento delante del general y se la sirvió. No se si es que tenia mucha hambre por la hora que era, pues estaba toda la mañana presenciando las maniobras, o por que le gustaba mucho la paella, que en tres cucharadas se comió toda la ración y para disimular se dirigió a mi capitán diciéndole, Vicario aquí coméis mejor que en casa, pues esta paella no te la sirven en ningún buen restaurante de Valencia. Mi capitán se puso muy gordo al escuchar el elogio que le había hecho delante de todos los a ahí presentes y le contesto, pues mira, la ha cocinado un muchacho que no es del oficio, pero si tiene mucha afición y nos da muy bien de comer. El capitán general se relamía la boca después del plato de paella que se había tragado.



Para quedar bien y disimular un poco, le dijo “me gustaría saludarlo, pues el también es responsable de que la compañía este bien alimentada y tenga estos éxitos”, el capitán obedeció las ordenes y me mando llamar. Salió el brigada corriendo a decirme que me presentara al capitán, que estaban reunidos en la carpa, una tienda parque, y que me arreglara un poco. Pues allí estaba yo, sin guerrera y lleno de manchas de aceite, me arregle un poco y en unos segundos allí me presente, delante del capitán general, todos mirándome, como si fuera el soldado desconocido, yo estaba todo firmes y sin menear pestaña. El general se dirigió a mí y me dijo, “descansa muchacho, quería conocerte y felicitarte, por tu trabajo y la paella que estaba muy buena”, me estrecho la mano, yo le di las gracias y marcialmente me di media vuelta y salí de la carpa. Al salir todos estaban a la expectativa de lo que me estaba pasando, todos los mandos y mis compañeros de sección me rodearon haciéndome preguntas de lo que me había pasado y que me había dicho el general, yo estaba en una nube no podía creérmelo, me había felicitado el capitán general. Fui la envidia de muchos.

El general se marcho con todo su séquito y el capitán nos mando a formar para felicitarnos por las maniobras y darnos la noticia de que estaba muy satisfecho de la compañía y que el general nos regalaba la masía y nos daba una semana de permiso para toda la compañía. Todos saltamos de alegría pues no eran frecuentes los permisos, todos nos quedamos muy contentos, este hecho me marco, me convertí sin quererlo en el mas famoso y conocido de toda la compañía.

Seguí mi vida normal. Arreglaron la masía como si fuera una casa rural con sus literas y todo arreglado. Fue nuestro cuartel de maniobras en Marines. Entro el nuevo cocinero. Le explique la marcha, le dije donde estaban todos los cacharros y yo me incorpore a mi sección, con el cabo Cotino. Al ser un veterano y quedarme poco tiempo para licenciarme pasaba ya de todo. La última maniobra fue en Onteniente. Yo era el reportero gráfico. Hice las fotos de los ejercicios. Vino a visitarnos al regimiento, el capitán general y desfilamos junto con el regimiento, 20º de Guadalajara. Al poco tiempo me licenciaron.


Salí vestido de paisano por la puerta del regimiento y girándome y sin creérmelo mirando al cuerpo de guardia formado. Me despedí con un adiós.

Los compañeros licenciados y yo nos fuimos a comer a Cullera. Allí me despedí de todos. No recuerdo a todos pero si algunos Villar, Lluc, Cotino, Renau, García, Fernández, Sanchís, Boscá, Idiarte, Cabrera, Puch, Melero, Gutiérrez, Valls, Ferrandiz, Guadamuro, Ortiz, Parrilla, Lloret, y otros mas que en estos momentos no recuerdo. Que me perdonen su olvido, pues ya hace 37 años. Para todos, un fuerte abrazo.

En el año 2000 gane el primer premio de un concurso fallero, de paellas entre más de veinte participantes. Con mi romero y mis vaquetas, ¡que buena está la paella!

Os dejo ya seguiré contando mas cosas, es sábado y mañana toca comer Paella, “chaoo”

MIS PADRES ALFONSA Y BERNARDO

Mi madre sacó el genio de su madre Josefa y el porte y la elegancia de su padre Mateo. Le gustaba arreglarse y pintarse, por la calle llamaba la atención su elegancia y su forma de caminar. Los hombres se giraban a mirarla, también le gustaba la lectura, el cine y el teatro. Se ocupó de las labores del hogar. Su oficio fue sombrerera, trabajó mucho tiempo haciendo sombreros y boinas, en aquellos tiempos estaban muy de moda. Tuvo un novio que cuando estaban a punto de casarse lo fusilaron en Paterna. Fue muy traumático para ella, creo yo que desde entonces se trastornó un poco, era muy alegre y le gustaba el divertirse, con ella estaba la fiesta garantizada.



Un día llego a Valencia a la estación del “trenet” en el puente de madera, se dirigió a coger un taxi a la parada, solo había uno libre, le hizo el alto, cuando iba a subir llegó una señorita toda arreglada y muy pintada, y con voz muy dulce dijo “¡TAXI!”, mi madre ya estaba dentro, había llegado antes a cogerlo, el taxista un señor gordo y con bigote largo se dirigió a mi madre y le dijo: “señora bájese usted del taxi”, mi madre le contesto que ella lo había parado antes y no se bajaba, el taxista se puso chulo y le dijo, “señora el taxi es mió y yo subo a quien yo quiero”, al girar la cara mi madre no se lo pensó dos veces y le dio un puñetazo en todos los morros que dejó al taxista todo esparramado y dolorido. Y diciéndole “es usted un tío grosero”, se bajó del taxi, cerró la puerta y se fue a coger el tranvía.


Esta era mi madre, murió con ochenta y nueve años en Bétera. Está enterrada en Godella, junto con mi padre, que fue pintor decorador, un artista. Pintaba de todo, imitaciones, rótulos y fallas. En la guerra se quedó sordo a la explosión de un obús. Su afición era la lectura, jugaba al dominó. Fue muy trabajador. Se jubiló a los sesenta y cinco años, le quedó muy buena paga junto con la indemnización de la guerra civil, luchó por el bando republicano y se tuvo que exiliar de su tierra malagueña a Valencia. Aquí conoció a mí madre, con la que se casó y tuvieron dos hijos, mi hermana Carmen y yo. Celebraron las bodas de oro y reunieron a toda la familia de mi madre. Tuvo con mi madre una buena vejez. Murió con ochenta y cuatro años el veinte de Noviembre, el mismo día que “su buen amigo” Franco.


Estos fueron mis padres, me criaron bien, no pasé hambre ni calamidades y me educaron con toda libertad, no me inculcaron ninguna idea ni política ni religiosa, gracias a ellos me siento una persona libre, sin perjuicios ni ideas extremistas.

Cosa que he seguido de ejemplo, con la educación de mis tres hijos. ¡Muchos Besos!, donde estéis.

THE BEATLES – Capítulo 4.

En 1966, empezamos a actuar, teníamos una peña de seguidores que nos acompañaban a todas las actuaciones, llegamos a ser muy conocidos por toda la zona.

Era tanta la afición que despertaba en la juventud, que al Ayuntamiento de Moncada se le ocurrió organizar el primer festival de la canción “ye-yé”. Tuvo un gran éxito de convocatoria y de asistencia. Nos presentamos más de cincuenta grupos de música “ye-yé” de Valencia y sus alrededores. Duró toda la semana. Las actuaciones se celebraron en un cine de verano propiedad del Ayuntamiento. Las votaciones eran con las entradas. Pasamos a la semifinal, con la canción “Mister Postman”. También pasamos a la gran final, que se celebraría el sábado y quedamos de los diez últimos finalistas.

Llegó la gran final, era sábado, comenzó el festival a las nueve de la noche, los diez finalistas estábamos muy nerviosos, se hizo un sorteo para determinar el orden de actuación, nos tocó el penúltimo puesto, así que tuvimos que esperar debajo en el escenario, a que nos tocara el turno, cada actuación que veíamos, nos gustaba mas, nos habíamos quedado los diez mejores, los nervios nos desbordaban, el cine estaba lleno de gente joven, entre ellos estaban todos nuestros seguidores, que nos animaban con gritos y nombrando nuestro grupo, el equipo sonaba muy bien, lo mejor que había en el mercado, dejado por Musical Torres. Llegó la hora de la verdad, nos dieron Agua del Carmen, para los nervios, cogimos las guitarras y comenzamos a subir las escaleras, llegamos al escenario, enchufamos las guitarras y a la de un, dos, tres, comenzamos a cantar “¡Help!”

El cine explotó de griterío, se notaron nuestros seguidores, que eran pocos pero hacían mucho ruido, la actuación fue buena, gustamos mucho y fuimos muy aplaudidos. Llegó el recuento de votos, mientras hubo una actuación, el grandísimo, Luís Aguilé, con su “Juanita Banana” estuvo muy bien. Finalizó la actuación y comenzaron a dar los resultados, empezando de atrás hacia delante, quedaban tres y no nos habían nombrado, así que cruzamos los dedos y esperamos, quedamos los segundos, la gente protestó por el primer puesto ya que eran del pueblo, también fue normal pues eran mayoría los del pueblo. El premio nos lo dio el Alcalde, una placa y 30,000 pesetas. El presentador fue Enrique Giner, el locutor de radio. La gente nos aplaudió mucho, como si hubiéramos sido los mejores.


domingo, 6 de abril de 2008

C.O.E 32. PATERNA.

Hice la instrucción en MARINES.
En la 11, compañía del 1 batallón, éramos mas de doscientos reclutas en esa compañía, fueron dos meses muy intensos, no parábamos en todo el día: instrucción, gimnasia, duchas, comedor y por las tardes, teórica. Salíamos por las tardes a la hora de salida a los bares de alrededor, donde merendábamos y nos tomábamos unas cervezas hasta la hora de cenar. Luego tocaban silencio y todos a dormir, al día siguiente a las siete diana, todos a formar y vuelta a empezar.
Fuimos el primer reemplazo que juró bandera en el campo de instrucción de MARINES, fue un día de verano, hizo mucho calor, hubieron varios desmayos, terminó la jura, nos subimos a los autobuses que estaban esperando y nos fuimos unos días de permiso a casa.
Me incorporé a mi destino un lunes de junio, seguía haciendo calor, me presenté en PATERNA en el regimiento 20 de GUADALAJARA, en la C,O.E 32.



Seríamos unos treinta voluntarios, una sección, fuimos el segundo reemplazo que inauguró también la compañía, que estaba un poco retirada de las demás.
Vinieron a recogernos de la puerta del regimiento, dos cabos primero, uno se llamaba Becerra y el otro Cervantes, nos formaron y nos dirigimos a la nueva compañía, la primera impresión que me dieron, fue “dónde te has metido dios mío”. Nos recibieron con muchos gritos e insultos, me quedé asustado, no estaba acostumbrado a esas formas, bueno creo que después de tiempo fue una novatada, que se les hacía a los reclutas, cosa que ya no volvió a ocurrir más.
Nos presentaron a los mandos: el capitán VICARIO, el teniente ISABEL, los sargentos FERRER y ALMAGRO, y el brigada CUERDA que era el encargado del almacén. Nos entregaron la ropa y todo el material, mochilas, botas de montaña, el cetme y la boina VERDE, con sus insignias.
Estuvimos toda la mañana de aquí para a lli, nos cambiamos de ropa y empezó el nuevo destino.
Al día siguiente, me hicieron el pase pernocta y salía todos los días a dormir a mi casa de GODELLA mientras no tuviese servicio, ni instrucción nocturna.
Los seis primeros meses fueron muy duros: instrucción, gimnasia, tabla de combate, tiro con diversas clases de armas, maniobras, explosivos, escalada y rapel, saltos del camión y todos los meses salidas de unos quince días de maniobra , todo esto, con su respectivas clases de teórica.




Teníamos unas instalaciones, muy bonitas y arregladas, todas nuevas, con su gimnasio, donde practicábamos judo y defensa personal, también teníamos una pista americana donde una noche lloviendo, al saltar, me lesioné el talón del pie, me costó más de dos mes curármelo.
Tuve suerte con el médico de la compañía, que nos hicimos buenos amigos, ya que a los dos días de estar en la compañía, me llevó a su casa de CATARROJA para hacerle la instalación eléctrica, estuve una semana, que me invitó a comer con su familia y me llevaba y me traía a mi casa. Me pagó bien e hicimos buena amistad, cosa que aproveché cuando me accidenté ya que él firmaba los permisos de baja. Todos los días salía a mí casa rebajado de todo servicio, ya que estaba accidentado, me llevó y me trajo al hospital militar donde sin esperas y sin turno, me hicieron placas de todo el pie, se portó muy bien conmigo era poco militar pero buena persona.


Al estar accidentado, en las maniobras me destinaron a la cocina de campaña, había un cocinero de profesión que comíamos mejor que en casa, se llamaba ZAPATA, estuve a su cargo y le ayudaba en la cocina. Me enseñó a cocinar, cosa que a mí ya me gustaba, seríamos unos ochenta, no había mucho que hacer pues el desayuno, la comida y la cena. Me lo pasé bien, lo único que teníamos que madrugar, para hacer el desayuno.
Llegó el momento de licenciar al cocinero y no teníamos quien cocinara a sí que el capitán me mandó llamar a su despacho, me presenté todo marcial y le dije: “a sus ordenes mi capitán”, se me quedó mirando y haciéndome pasar me dijo: “¿Cuándo has venido que yo no te he visto? , ¿dónde te has metido?”. Yo le contesté: “mi capitán estoy aquí en la compañía ya seis meses”. Me volvió a mirar y haciendo un gesto me dijo: “A lo que íbamos, te he hecho llamar para decirte que vas a ser el nuevo cocinero de la compañía, así que ves preparándolo todo, para estar a punto y salir cuando te lo mande. Desde hoy tu eres el encargado de todo y el responsable así que ya lo sabes”. Yo le contesté “Mi capitán yo no estoy preparado para ser cocinero y para tanta responsabilidad”. Él me contesto riéndose: “No te preocupes, si los garbanzos te salen duros los gastaremos de munición contra el enemigo, ya te puedes retirar”. Yo saludándole le dije: “A sus ordenes mi capitán!” No sabía yo que me había ascendido y era una carta en blanco. Con el tiempo llegué a tener casi el mismo mando que él, es verdad que el estómago y el hambre mueve montañas.


Comencé mi nuevo destino, ya no tenia que pegarme esos abrigazos de ejercicios, me presentaba a lo que quería y cuando algún sargento me llamaba para hacer cualquier cosa yo le decía que no podía, estaba rebajado de todo servicio, yo iba a mi aire. Así estuve tres meses hasta que entró el nuevo cocinero.
Es una de las cosas que he aprovechado en la vida real, el saber cocinar y seguir con esa afición, ya os contaré mas cosas, que aproveche, chaoo.

The BEATLES - Capítulo 3

Al año siguiente, 1965 me compré, mi primer disco titulado TWIST AND SHOUT, no tenía tocadiscos pues eran escasos por aquellos tiempos. Los domingos nos reuníamos las pandillas de chicos y chicas en alguna casa que nos dejaban los padres. Se puso muy de moda las reuniones, bailes o guateques que celebrábamos en alguna planta baja, en casa si y casa no, había un guateque.


Alquilamos un tocadiscos y algunos discos en la barbería del señor Manolo, comprábamos bebida refrescos y algo de Ginebra, muy poca, a las chicas no les gustaba, yo siempre iba cargado con mi disco a todas las reuniones, siempre había un momento, cuando sonaba MICHELLE o YESTERDAY que eran canciones para bailar cogidos, aparecía una mano misteriosa que apagaba las luces, nadie protestaba, parece que nos iba a todos la marcha, fue mi primer beso y mi primera experiencia con una chica, siempre lo recordaré, la canción sonaba así ¡ MICHEL MI AMOR ¡ la la rala ralalala o o MICHEL. También habían veces que se presentaban de imprevisto los padres y nos pillaban infragantes, todos esparramados por todas partes.
En el año 1966 en una de esas reuniones conocí a Jesús, Juancho, Kike y Miguel, teníamos tanta afición a la música que junto conmigo, formamos un grupo musical inspirándonos en los BITELS, nos compramos los instrumentos a letras, que firmaron nuestros padres. Nos pusimos a ensayar en un bajo comercial y empezamos a actuar, en todas las reuniones, teníamos muchos seguidores que venían a todas las actuaciones, nos llamábamos, LOS WATIOS.

La primera actuación en público encima de un escenario, fue en la piscina del Valencia en una presentación, de la fallera mayor de una falla muy importante, creo que era de la calle Cuba.
Íbamos de teloneros junto con una buena orquesta, nos pagaron dos mil pesetas, el transporte lo hicimos en un SEAT mil quinientos con vaca.Sirvieron la cena, nosotros cenamos en la cocina, la orquesta comenzó a actuar. Amenizó la presentación de la ceremonia y a continuación empezó el baile, toda la pista se llenó, la orquesta sonaba de maravilla, con sus boleros y pasodobles. Nos tocó el turno de subir, todos estábamos muy nerviosos era la primera actuación, el presentador nos hizo una presentación, algo exagerada, como si tuviéramos mucho éxito en la radio y TV. “ … y con todos ustedes, LOS WATIOS.”

Al subir al escenario, no veíamos nada con las luces de los focos, solo oíamos el griterío de la gente joven, comenzamos la actuación, con EL ROK’N’ROL MUSIC a todo volumen, la gente joven llenó la pista bailando el rock, saltando y gritando, a mitad de canción, vi que se levantaba un señor mayor gordo, con el pelo blanco, bigote y fumando un gran puro, con su traje muy elegante, comenzó a venir hacia nosotros, gritando y echándose las manos a la cabeza, como si se estuviera volviendo loco y haciendo ademanes, de que paráramos, se acercó a mi y gritando, por el ruido que había en la sala y me dijo, “¡ SOC el president, apagueu els trastos y aneusen a casa , nos esteu tornan locos.¡” Era normal la gente mayor no entendía la música BITELS. Acabamos la canción, desenchufamos las guitarras y recogiéndolo todo en la vaca del SEAT 1500 , nos fuimos con la música , a otra parte ..

DEDICADO A MIS ABUELOS.

Que me ha empujado a escribir este blog: Creo que cuando se llega a cierta edad, a casi todos nos envuelve esa curiosidad de mirar hacia detrás, es la edad de hacer balance. Con nostalgia de lo que ha sido nuestra vida y lo que hemos vivido, los logros y las metas conseguidas con todos sus recuerdos.
También es el momento de acordarnos de nuestras raíces, de donde venimos y cuales son nuestros pasados, yo me voy a aprovechar de esta tecnología que es Internet, para dejar constancia en el tiempo y para que todos mis descendientes, sepan sus orígenes y sepan quien fueron sus padres y sus abuelos.
Cosa que a mi me hubiera gustado, saber de los míos que conocí poco de ellos.


Como os habréis dado cuenta no soy escritor, no es mi intención serlo, pido disculpas a los escritores pues me merecen un gran respeto, este blog ya sabéis su función, que no es otra, que tener un testimonio y un recuerdo para todos mis seres queridos.Tengo casi sesenta años la vida me ha tratado bien, me siento realizado en lo material y en lo sentimental he tenido mis alegrías y mis penas aquí os las he contado y las iré escribiendo hasta que pueda, como ya os he contado solo escribiré las buenas, como soy una persona optimista para que contar las malas.

Solo sé de algunas cosas que mi madre y mi padre me contaron de mis abuelos, conocí a mis, abuelos maternos, JOSEFA y MATEO, vivieron conmigo en GODELLA. Los dos eran de YECLA, MURCIA, mi abuela era una persona muy valiente, tuvo siete hijos, mi madre fue la segunda de los hermanos, no sabía leer ni escribir aunque era una analfabeta nunca se dejó engañar, se escapó de su casa a los dieciséis años y se vino a trabajar a VALENCIA junto con mi abuelo. Estuvo de sirvienta en varias casas y aprendió a cocinar estupendamente, se hizo una buena cocinera, a los años se casó con mi abuelo, le gustaba mucho las películas del oeste, también le gustaba escoger la fruta mas grande y bonita, compraba muchos melones y los colocaba debajo de la cama para que maduraran, también le gustaba juntarse billetes de cien pesetas nuevos, para estrenar a sus diecisiete nietos y veinte biznietos. Tenía muy mal genio, murió con ochenta y seis años en ALICANTE. Mi abuelo tenia menos genio, era una persona culta, le gustaba mucho la lectura, trabajó de electricista en Hidroeléctrica Española. Fue encargado en la subestación eléctrica de NOU MOLES en Valencia, era muy elegante tenia mucha percha, eso le llevó a rodar algunas secuencias de galán en los estudios CIFESA, murió a los setenta y dos años en GODELLA, VALENCIA.
De mis abuelos paternos sé poco, mi padre no me contó mucho, sé que mi abuela se llamaba ISABEL, que era de MALAGA y muy guapa, hija de militares. Murió en MALAGA, mi abuelo se llamaba BERNARDO que era un patrono pintor, le gustaba la bebida, cosa que le daba muy mal genio, también murió en MALAGA, esto es todo lo que puedo contar de mis antepasados.
Me hubiera gustado saber mas cosas de ellos.Os dejo, ya os contaré más cosas, es hora del telediario de las nueve y voy a ver el cara a cara, de ZAPATERO Y RAJOY.